La Audiencia de Málaga ha acogido este martes la primera sesión del juicio a un hombre para el que la Fiscalía pide inicialmente 15 años de prisión por, supuestamente, prender fuego a la entrada de la casa con "grave peligro" para su mujer y sus cuatro hijos que estaban dentro durmiendo, actuando así, según el fiscal, por una posible separación matrimonial. El acusado niega los hechos y la esposa lo exculpa.
Así, el fiscal acusa al hombre de un delito de incendio, con la agravante de parentesco, solicitando, además de la pena de prisión, que se le imponga el alejamiento de la mujer durante 16 años. La defensa del hombre, que lleva la abogada Fátima Molina, pide la absolución. El juicio continuará el día 20 de este mes con más testigos y las conclusiones definitivas.
Los hechos sucedieron en marzo de 2016 en Archidona (Málaga). Según la acusación pública, el acusado estaba "separado temporalmente y de hecho de su esposa por conflictos en la relación matrimonial" que comenzaron en septiembre de 2015, apuntando que cuando la mujer consultó el cambio de colegio de los niños y los trámites para obtener ayudas para el pago de la luz el hombre no residía en la casa.
En el contexto de una "situación de conflicto matrimonial", señala el fiscal, el día de los hechos, de madrugada, el hombre compró en una gasolinera la cantidad de 3,45 litros de gasolina que metió en una garrafa de plástico, fue a la vivienda donde estaban durmiendo la mujer y sus hijos, con edades comprendidas entre los once años y los dos meses; vertió el líquido en la entrada "y le prendió fuego, originando un incendio".
El fuego afectó a la puerta y al zaguán "con evidente riesgo de propagación al interior de la casa" y de "intoxicación por inhalación de humo" de no haber sido extinguido por unos vecinos que echaron agua. Los guardias civiles, bomberos y policías locales que acudieron al lugar han corroborado en el juicio que había un fuerte olor a gasolina en toda la zona.
El acusado considera que fueron niños del barrio que hacen "gamberradas" y ha negado que estuviera separado de su mujer, apuntando que trabaja en la tala y que se utiliza gasolina para las herramientas, aunque su defensa ha puesto en duda que el acelerante utilizado fuera este producto.
Igualmente, la esposa ha declarado que piensa que fueron chavales de la zona, donde, ha dicho, hubo varios incendios en esa época; asegurando que esa noche su marido cenó en casa con ellos y con un amigo, con el que luego se fue a la gasolinera a comprar algo de beber. Asimismo, ha dicho que cuando regresó les preguntó qué había pasado y cómo estaban ella y sus hijos.
La esposa ha asegurado que no tenía problemas con el hombre, del que ha dicho es "un padre ejemplar y me casaría otra vez con él", reconociendo que mintió a las asistentes sociales, diciéndoles que estaba separada, para conseguir una ayuda para pagar la deuda de luz que tenían.
En este sentido, el presidente de la Sección Octava de la Audiencia, donde se celebra el juicio, le ha dicho que tiene la obligación de advertir a la mujer de las consecuencias de mentir al exculpar a su marido de esta acción, ya que luego "puede pasar una desgracia" tanto a ella como a los niños. La mujer ha respondido que antes de todo "están mis hijos".
También ha declarado el que era director del colegio de los niños, quien ha señalado que poco antes de estos hechos la mujer le había dicho que había tenido una "pequeña disputa" con su marido y que en ese momento estaban separados.