El estudio que realiza la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en la capital de Huelva y La Rábida para identificar malos olores y sus posibles focos de origen ha alcanzado los dos primeros meses sin episodios significativos. La empresa especializada que lleva a cabo el trabajo de campo ha actuado a partir de 12 tipos de olores caracterizados como 'malos'.
El primer informe parcial de un estudio que se extenderá durante un año está basado en 18 días de observación. Cada observación contiene 60 registros sensoriales, por lo que se han generado 4.320 registros para determinar la presencia, la intensidad y el carácter del olor, así como las condiciones meteorológicas, según ha informado la Junta en una nota de prensa.
De este modo, los resultados se presentan en términos de frecuencia de percepción de olores por parte de diez panelistas seleccionados que previamente identificaron los malos olores que pueden ser susceptibles de causar molestias a la población.
Anteriormente se había realizado una identificación y evaluación de los focos de emisión en áreas de influencia determinadas, la del sur de la capital, La Rábida y el entorno del polígono industrial Nuevo Puerto.
"Tendremos las conclusiones definitivas cuando acabe el estudio, que es de 12 meses, aunque existía el compromiso de informar de los datos correspondientes a cada bimensualidad", ha recordado el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Antonio Cortés.
Para los olores descritos como 'fosfoyesos', 'aguas residuales', 'químico/laboratorio/farmacéutico', 'asfalto denso', 'ácido azufrado', 'aceite vegetal', 'amoniaco/urea' y 'pescado/amina' la frecuencia de olor en estos dos primeros meses es nula (0 por ciento) en cada una de las celdas utilizadas en el método de malla que emplea la empresa que realiza el estudio.
Los resultados no superan el límite del diez por ciento considerado como el valor máximo aceptable de exposición para zonas residenciales y/o mixtas según la norma EN 16841-1:2016 que fundamenta la actuación de la Junta de Andalucía. En la misma situación se encuentra el olor 'refino', cuya frecuencia también es nula en todas las celdas menos en una, que alcanza el 6 por ciento.
La categoría definida como 'otros' agrupa algunos olores de carácter difuso, característicos de un ambiente urbano (tráfico, comida, chimenea...) y rural (vegetación, ganadería...). En Huelva también contempla el descriptor de olor 'marisma'. En dos celdas se llegó al seis por ciento y en el resto fue nula. En cualquier caso, estos resultados no son relevantes en términos de impacto al tratarse de una suma de olores propios de áreas urbanas y rurales. Para el olor 'fuel/gasoil' se ha detectado una frecuencia de olor del seis por ciento en una sola celda y es nula en las demás.
Por último, el estudio conlleva un tipo de olor 'total o global', que es la suma de la frecuencia de todos los olores cuyos focos de emisión pertenecen a los polígonos industriales de la Punta de Sebo y de Nuevo Puerto: fosfoyesos, aguas residuales, químico/laboratorio/ farmacéutico, asfalto denso, refino, ácido azufrado, aceite vegetal, amoniaco/urea, pescado/amina y fuel/gasoil.
El impacto potencial del olor caracterizado como 'total o global' se identifica en las celdas 4, 5 y 6, correspondientes con la malla sur, ubicada en el entorno del polígono industrial Nuevo Puerto. La frecuencia de horas de olor durante los dos primeros meses del estudio son del 6, 11 y seis por ciento respectivamente. La superación en la celda 5 se debe a dos medidas de los descriptores de olor refino y fuel/gasoil; coincidiendo esta última con la descarga de un barco. De forma individual, dichos olores no superaron el límite máximo de exposición aceptable para zonas residenciales y mixtas del diez por ciento.