El empresario textil sevillano Joaquín Henares, cuya casa en Mairena del Aljarafe fue atracada hoy por cuatro hombres, uno de los cuales murió por disparos de la Guardia Civil, ha dicho que llegó a "despedirse de la vida" después de que le pusieran una bolsa en la cabeza.
En declaraciones a los periodistas a las puertas de su casa, después de que tres atracadores fueran detenidos y uno abatido tras amenazar con una pistola a un guardia civil, ha declarado que se encuentra afectado por unos hechos por los que él y uno de los trabajadores de la casa han sufrido heridas.
"No buscaban ropa. Me decían que tenía mucho dinero y que lo iban buscando", ha señalado el empresario, que ha relatado que les pusieron "una bolsa de plástico y me despedí de la vida tranquilamente", hasta que las fuerzas del orden abortaron el atraco.
Por su parte, el abogado de la familia, Manuel Fernández Osuna, ha confirmado que un vecino avisó a la Policía y que él mismo vio por la mañana, sobre las 9.00, el coche de los atracadores aparcado en la puerta de la casa, aunque "no pensé que era un robo".
Los asaltantes vestían chalecos de la Guardia Civil y uno de ellos amenazó con un arma a un agente, que disparó al atracador y le causó la muerte, mientras que otros tres han sido detenidos.
Fuentes de la Guardia Civil han indicado que recibieron en torno a las 9.50 horas un aviso de la presencia de personas sospechosas en una casa de la carretera de Almensilla a Mairena del Aljarafe, en el kilómetro 3.
La primera llamada de alerta la realizó un vecino de la urbanización Las Tinajas, ubicada en la carretera autonómica A-8055, que alertó de que había visto a varias personas saltando la valla de una vivienda propiedad del empresario sevillano.
La patrulla de la Policía Local de Mairena del Aljarafe pidió ayuda a la Guardia Civil, y cuando accedió a la casa los agentes encontraron a tres hombres ataviados con chalecos identificándose como miembros de la Policía Judicial.
Los delincuentes apuntaron a los agentes con sus armas y, al no desistir de su actitud como se les requería, se produjo el tiroteo y los arrestos.
Los tres individuos incluso intentaron engañar a los agentes de la Guardia Civil diciéndoles que ellos también eran miembros de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
La tercera detención se produjo posteriormente, a raíz de las investigaciones, y la Guardia Civil no descarta más implicados, por lo que busca si hay otros huidos.
