El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Granada, del PSOE, ha presentado a los grupos municipales un plan de ajuste que permita absorber los 90 millones de euros de remanente negativo de tesorería de las cuentas municipales en los próximos cinco años, con la reducción de gasto corriente y en el transporte público, y la renegociación de contratos públicos como el de limpieza.
Esta nueva propuesta municipal retira otras medidas planteadas en el plan de saneamiento a diez años presentado el pasado mayo, que "generaron más debate y polémica", y mantiene la idea de que el Ayuntamiento congele los tipos impositivos municipales, partiendo de la base de que el Gobierno impulse la actualización de los valores catastrales, que se prevé se traduzca en un aumento anual del impuesto de bienes inmuebles del cuatro por ciento.
Se eliminan las bonificaciones a los impuestos de vehículos de más de 25 años y se mantienen aquellas que se aplican a quienes domicilian el pago de tasas, perfilándolas para favorecer a las "rentas más bajas". Asimismo, se incrementa la "actividad inspectora tributaria" para "perseguir al defraudador".
El concejal de Economía de Granada, Baldomero Oliver, ha explicado a los periodistas tras la reunión con los grupos municipales --Partido Popular, Ciudadanos, Vamos Granada e Izquierda Unida-- que, con este plan de ajuste, que es un "documento vivo" que espera pueda ser aprobado a mediados de octubre, se pondrían las bases para que pueda haber presupuesto para 2018 y los cinco años venideros.
La disminución de gasto corriente tratará de "incidir lo menos posible en la vida diaria de los ciudadanos", reordenando la "gestión ordinaria del Ayuntamiento", ha explicado Oliver, quien ha señalado que se trata de "un plan de choque para curar a un enfermo terminal" en referencia a la situación financiera de la ciudad.
El Ayuntamiento de Granada ha apostado por acogerse a la propuesta que hace el Gobierno para convertir la deuda a corto plazo en deuda a largo plazo por un total de 36 millones de euros, lo cual es "un respiro, que no una solución". Asimismo, se pasará de los aproximadamente 105 millones de euros de gastos corrientes anuales que tiene previstos ahora mismo el Ayuntamiento a unos 96 millones el próximo año, que se incrementaría en torno a un uno por ciento en los siguientes que engloban el plan de ajuste.
En cuanto a la renegociación de los nuevos contratos de servicios públicos, el concejal de Economía ha destacado la que afecta al de limpieza, previsto para 2020, y también la contención en materia de transporte público, que se pretende pase a tener un gasto anual de en torno a los 13 millones de euros conforme al rediseño del servicio una vez que ha entrado en vigor el metro, y conforme a una "visión metropolitana".
A la espera de lo que marquen los Presupuestos Generales, se prevé un incremento de un dos por ciento del salario de los trabajadores municipales. Se congela la plantilla municipal salvo en Bomberos, Policía Local, y "casos excepcionales". Entre las medidas que se han retirado o modificado, Baldomero Oliver ha citado la previsión de eliminar el seguro privado de salud de algunos de estos empleados, que el Ayuntamiento pasaría a "renegociar".
Oliver ha abogado por "no utilizar" el plan de ajuste --que habría de ser asumido por este gobierno y el que venga en el próximo mandato municipal-- para "aplicar la política" de cada grupo, pues la idea es que se plantee como un "marco general" que dé "cierta viabilidad" económica al Ayuntamiento y en el que se puedan "sentir todos cómodos".
Preguntado acerca de con qué grupos negociará preferentemente los presupuestos municipales de 2018, en caso de salir adelante este plan de ajuste, el edil y portavoz del equipo de gobierno ha indicado que el PSOE, que gobierna con ocho de 27 concejales, tratará de hacerlo "con todos" y, sobre todo, "con el que se muestre más razonable" y aparque "sus intereses electorales".
La preferencia del equipo de gobierno socialista es negociar con "la razón", partiendo de la base de que "no siempre razón y proximidad ideológica van de la mano", ha concluido Oliver.