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Torremolinos

Torremolinos honra cada día a sus mayores

Torremolinos no es sólo turismo, fiesta, deportes, playa y sol. Es también arte, cultura, crisol de civilizaciones. En estas crónicas, Jesús Antonio San Martín, desarrolla lo más representativo del ayer y el hoy de Torremolinos.

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Trabajaron duro y sin apenas descanso para que sus hijos, nuestros progenitores, tuvieran un digno futuro. Se privaron hasta de lo imprescindible para que nada le faltara a su prole e incluso a la prole de su prole. Sacrificaron innumerables horas de sus noches para velar el sueño de los suyos. Les tocó vivir tiempos realmente difíciles. No contaron con las facilidades que hoy tenemos. No pudieron permitirse el lujo de estudiar una carrera y a duras penas algunos, no tantos, tuvieron el privilegio de comprarse un televisor o instalarse un teléfono en su casa. Muchos ni siquiera pudieron comprarse una casa. Tal vez sus hijos y sus nietos, los más agradecidos, suplieran algunas de sus carencias cuando al fin consiguieron una posición relativamente desahogada. Hoy, en la triste soledad de su jubilación, la gran mayoría malvive con una mísera pensión. Son nuestros abuelos. ¿Les cerraremos las puertas de nuestros corazones?
Cada 26 de julio celebra Torremolinos el "Día de los Abuelos". Nuestro municipio ha sido pionero en establecer tan memorable jornada de agradecimiento y honra pública a los mayores, que en día tan entrañable comparten un gran ágape de hermandad con las demás personas mayores del municipio y con los máximos representantes del Consistorio. Pero no se limita Torremolinos a ensalzar la persona del mayor tan solo en este señalado día. Torremolinos honra cada día a sus mayores, pues cotidianamente los tiene presentes en su memoria y en su corazón y lo demuestra con hechos.
Cinco Centros de Convivencia ubicados estratégicamente en el municipio se han hecho como el pan de cada día para nuestros mayores. Son cinco grandes y genuinos hogares donde los jubilados disfrutan a diario de calor humano y compañerismo. En ellos mitigan su amarga soledad y hallan congéneres en sus mismas circunstancias. Mutuamente se escuchan y comprenden, fomentando la amistad entre sí y compartiendo horas felices que muchas veces ni siquiera pueden compartir en sus hogares o en los hogares de su familia, si es que en ellos están recogidos.
Otro fundamental aspecto a considerar es el de la atención cultural que, a través de los cursos de la Universidad Popular, brinda el municipio a los retirados de la vida laboral. Así, por ejemplo, nuestros jubilados ocupan muchas de sus horas en los cursos de Informática, Manualidades, Tiffany, Pintura, Encaje de Bolillos, etc., que se imparten en el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso todos los días laborables, entre los meses de Octubre y Junio. Incluso algunos están inscritos en los cursos de solfeo, piano y guitarra de la Escuela Municipal de Música, en la Casa de Cultura. Algunos además pertenecen a uno de los dos orfeones del municipio, la Coral Mater Dei y la Asociación Coral de Torremolinos. Para muchos de nuestros mayores, Torremolinos es su estrella universitaria.
No podemos olvidarnos tampoco de las inmensas y completas instalaciones de nuestra Villa Deportiva, que ofrece tantas oportunidades de practicar sano deporte a los mayores (el pádel, ejercido con moderación, se encuentra entre los favoritos). Pero la palma se la lleva la gran piscina climatizada Virgen del Carmen II -única en su género y que ya quisieran para sí muchos grandes municipios-, donde hallan los jubilados alivio a algunas de sus dolencias practicando la natación y otros saludables ejercicios acuáticos. Torremolinos verdaderamente cuida el aspecto físico de sus mayores.
Otros emblemáticos eventos pensados para las personas de edad tienen lugar en determinadas fechas. Así, a lo largo del año organiza el Consistorio excursiones para los pensionistas. Durante las fiestas de fin de año les obsequia con el singular detalle de la "caja navideña", surtida de exquisiteces. Detalle tan original continúa siendo patrimonio exclusivo del municipio de Torremolinos. Con ocasión de la gran feria de San Miguel, en septiembre, el Ayuntamiento ofrece a sus mayores una deliciosa merienda de chocolate con churros, gesto simbólico y simpático que es acogido con genuinas muestras de gratitud y encomio hacia los organizadores. Y, por si fuera poco, el recinto ferial acoge una caseta permanente, donde por lo general se organizan y desarrollan actos y fiestas para los jubilados. La construcción, sencilla pero acogedora, lleva el significativo y apropiado nombre de "Caseta de la tercera edad".
Torremolinos procura por todos los medios a su alcance que sus mayores no se sientan arrinconados en día alguno del año. A nivel personal y familiar debemos seguir este edificante ejemplo. No es una sugerencia. Es un mandato divinamente impuesto. Honra a tu padre y a tu madre. Honra a tu abuelo y a tu abuela, que son padres mayores. A nuestros abuelos no siempre los tendremos con nosotros. El bien que hoy les neguemos nos agujereará de por vida el corazón. Mañana ocuparemos nosotros su lugar y quisiéramos que nuestros nietos o las nuevas generaciones que se asimilen a nuestros nietos nos honrasen y contasen con nosotros siquiera para pedirnos consejo. El Monumento a los Abuelos en Torremolinos es elocuente al respecto: nuestros abuelos, nuestros mayores, se sentirán felices si los hacemos parte de nuestra vida, al tiempo que nosotros participamos de la suya.

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