El Atlético de Madrid y el Real Madrid se enfrentan en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones con el 3-0 del duelo de la ida a favor del equipo blanco y con claves como el primer goleador, Antoine Griezmann y Cristiano Ronaldo, la presión local, el contragolpe visitante y los detalles.
1 - El primer gol y la pegada:
Con una diferencia de tres goles del encuentro de ida a favor del Real Madrid para su visita al Vicente Calderón, con la final en juego y con el ambiente del estadio, el aspecto emocional es un asunto esencial que dependerá mucho del equipo que sea capaz de marcar el primer gol y aprovechar mejor sus primeras ocasiones.
Si es el Atlético, la creencia en la remontada en el campo y en la grada crecerá a la vez que creará dudas en su rival; si es el Real Madrid, desactivará la tensión de su contrincante, al que le obligaría a una proeza ya sí aparentemente imposible: cinco goles.
2 - Antoine Griezmann y Cristiano Ronaldo:
El atacante del Real Madrid fue incontestable en la ida, con tres goles en tres disparos a portería, más uno que se fue fuera, y en la eliminatoria de cuartos de final frente el Bayern, con cinco tantos entre ambos choques. Ha marcado ocho en sus últimos tres duelos de la Liga de Campeones y 21 en 28 choques oficiales ante el Atlético.
El delantero francés del equipo rojiblanco es la referencia indiscutible de su conjunto para pensar en levantar un 3-0. Sin su mejor versión, la hazaña es impensable. Máximo goleador del Atlético las dos últimas temporadas más la actual, con 82 dianas entre las tres, encadena cuatro choques sin batir la portería contraria.
3 - La presión del Atlético:
Aunque en el Atlético saben que deben asumir riesgos, pero conscientes de que un gol en contra les aparta de la clasificación, el 3-0 del choque de ida exige una puesta en escena muy potente, ambiciosa, con juego en campo contrario y con un despliegue físico agobiante para su adversario, al estilo del que ha hecho ya más de una vez con 20 primeros minutos apabullantes para cualquier rival.
Hay algún ejemplo reciente en la memoria, el inicio contra el Barcelona en los cuartos de final del curso 2013-14, cuando no dejó salir al equipo azulgrana de su campo, dio tres postes y anotó un gol, o la forma con la que empezó en la Supercopa de España de 2014 ante el Real Madrid, cuando Mario Mandzukic anotó a los 80 segundos.
4 - El contragolpe del Real Madrid:
Bajo esos parámetros previsibles del inicio del Atlético, la sensacional capacidad de contraataque del Real Madrid asume una transcendencia fundamental en los primeros compases del encuentro. Ya ha demostrado de sobra su destreza en ese registro, manejado a la perfección, por ejemplo, en el segundo tiempo del duelo de ida. Muy pocos equipos o ninguno aprovechan como él los espacios a la contra.
Si el bloque rojiblanco sale con una presión alta, pero no controla las salidas veloces, verticales y precisas del conjunto blanco, cualquier intento de remontada será una quimera, como lo fue su intención de marcar un gol en el segundo tiempo cuando el Real Madrid se replegó y salió al contragolpe hace una semana en la ida.
5 - La perfección en los detalles:
En partidos de tanto nivel, con dos de los mejores equipos de Europa enfrentados por el billete a la final, cada mínimo detalle cuenta para el desenlace del encuentro. El rival no permite concesiones defensivas ni un mal despeje ni una entrega errónea en la salida de balón ni la falta de contundencia en ambas áreas.
Tampoco un desajuste táctico, con dos conjuntos tan medidos en ese sentido para el choque de este miércoles. El Atlético necesita la perfección en cada sector del campo para lograr la remontada, como también el Real Madrid para minimizar sorpresas y sobresaltos. El conjunto blanco, además, no perdona concesiones de su oponente.