El exministro Antonio Palocci, uno de los hombres más influyentes en los Gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, fue detenido hoy en Sao Paulo en el marco de una nueva fase de la investigación de las corruptelas en Petrobras.
La Policía Federal confirmó la detención, pero no ha aclarado aún los cargos formulados contra Palocci, cuyo arresto sigue al ordenado la semana pasada contra el exministro de Hacienda Guido Mantega, que puesto en libertad finalmente por el delicado estado de salud de su esposa.
En las últimas dos décadas, Palocci fue una de las figuras más importantes del Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula y al que pertenece también Rousseff y que es una de las formaciones más salpicadas por la corrupción en Petrobras, en la que se sospecha que participaron decenas de políticos de todo el arco ideológico.
En 2002, Palocci fue uno de los coordinadores de la campaña que llevó al poder a Lula, quien lo nombró ministro de Hacienda en 2006.
Tres años después se vio obligado a renunciar en medio de un sonoro escándalo de corrupción, pero por su peso político regresó al poder en 2011, cuando Rousseff sustituyó a Lula y lo designó como ministro de la Presidencia.
Sin embargo, permaneció en ese cargo sólo seis meses, pues, como cuando era ministro de Hacienda, fue salpicado por nuevas sospechas de corrupción y la propia Rousseff le pidió la dimisión.
Según fuentes de la investigación citadas por medios locales, Palocci habría mediado en la concesión de contratos amañados entre Petrobras y empresas privadas, para la construcción de dos grandes plataformas petroleras oceánicas.
La Policía Federal informó de que la operación de hoy está centrada en Sao Paulo, pero también se realizan investigaciones en los estados de Río de Janeiro, Espíritu Santo, Bahía, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y en el Distrito Federal de Brasilia.
Esta nueva fase de la investigación en Petrobras ocurre a siete días de las elecciones municipales que se celebrarán el domingo próximo en 5.568 ciudades de todo el país para renovar a sus alcaldes y concejales.
Estas elecciones son las primeras que se celebran después de la destitución de Rousseff, declarada culpable de irregularidades fiscales y sustituida en la presidencia por el conservador Michel Temer desde el pasado 31 de agosto.