El paratriatleta Javier Mérida lo volvió a conseguir y logró un nuevo reto, cruzar el Canal de Santa Catalina, 39 kilómetros que separan la isla de la ciudad de Los Ángeles en 11 horas y 40 minutos, siendo el primer amputado en lograr la triple corona tras la vuelta a Manhattan y el Canal de la Mancha.
Recién aterrizado en Málaga tras completar su nuevo desafío, el deportista marbellí señaló que “por fin se cumple un proyecto que vengo trabajando desde hace tiempo. Cuatro años persiguiendo este sueño”.
En cuanto a las sensaciones, Javier Mérida describió que “fueron buenísimas en esta gran prueba mundial de aguas abiertas y que me hace formar parte de los elegidos”. “No vi los famosos tiburones, pero sí estuve cerca de focas, leones marinos, pelícanos, delfines e incluso nadé con una ballena a unos diez o doce metros”, describió el nadador, en cuya embarcación de apoyo se encontraba su mujer Esther Jiménez, su entrenador Jaime Vigaray y su médico Rosa Sánchez. “Estos retos nunca los conseguiría sin ellos, por lo que tengo que agradecérselo siempre”, apostilló el paratriatleta.
Mejor marca
Nuevo hito para el palmarés de este deportista marbellí que cruzó en dos ocasiones el Estrecho de Gibraltar, individual y por relevos, y como triatleta, además de éxitos nacionales y europeos, realizó el Ironman de Lanzarote.
En esta ocasión, y a diferencia de los problemas de hipotermia que tuvo en el Lago Ness, “todo fue bien, ni siquiera hubo problemas de grandes picaduras de medusas y la temperatura del agua era elevada”, describió Javier Mérida, cuya salida fue a las 22.30 y “llegué sobre las 10.30, con mejor tiempo de lo que esperábamos puesto que calculamos entre 12 y 14 horas”.
Comienzo por el ‘Everest del mar’
El malagueño cruzó a nado el Canal de la Mancha el 23 de septiembre de 2013 en casi 15 horas y se convirtió en el décimo cuarto español en lograrlo y en el segundo deportista con discapacidad en hacerla. La travesía por aguas del Mar del Norte entre Dover (Inglaterra) hasta Calais (Francia), constó de 32 kilómetros sobre plano.
Hipotermia en el Lago Ness
El paratriatleta no pudo lograr el reto de cruzar a nado el Lago Ness ya que tras dos horas y siete kilómetros de recorrido se encontró con un principio de hipotermia provocado por los diez grados a los que estaba el agua. Por este motivo, tanto él como su equipo decidieron parar en este nuevo desafío que tenía un fin solidario.