“Ha sido una buena Feria en la que se han notado los cambios y en la que ha habido más aciertos que errores”, ese es el balance realizado por el concejal de Fiestas del Ayuntamiento isleño, Jaime Armario, sobre la recién finalizada Feria del Carmen y de la Sal, si bien lamentó la presencia de ese “molesto invitado” como es el Levante que ha provocado la suspensión de dos salidas procesionales, los fuegos artificiales e incluso que la noria tuviese que ser desmontada el sábado por la noche.
Armario entiende que ha sido “un punto de inflexión” y que el camino emprendido “no tiene vuelta hacia atrás”, adelantando que se seguirán haciendo cambios en la Ordenanza de Feria, se intentarán copar más y nuevos espacios en la Feria y, resaltable, que se realizará un estudio económico sobre los ingresos y los gastos que se realizan durante la fiesta al objeto de equilibrar tasas, sobre todo para feriantes y ambulantes que pagan precios más económicos en otras ferias en la que incluso disfrutan de más horas de venta al no tener que combatir el fuerte calor que hace en julio en San Fernando.
Los datos
En cuanto a las incidencias registradas durante los seis días de fiestas en el recinto de La Magdalena, en lo que se refiere a las competencias de la Policía Local, se han efectuado once actuaciones en casetas; una actuación en un puesto de venta ambulante por tener más sillas de las autorizadas; dos menores perdidos; 30 objetos perdidos y 28 actuaciones por tenencia o consumo de sustancias estupefacientes.
Por otro lado, las actuaciones llevadas a cabo por Protección Civil, señalar que los voluntarios han prestado 450 horas más que el pasado año hasta un total de 1.890 horas. Se han producido 154 asistencias sanitarias y seis traslados en ambulancia.
Armario hacía un paréntesis sobre críticas que han surgido en las redes sociales sobre el acortamiento del espacio que en otros años se usaba para hacer el botellón. Hasta la Feria del pasado año era todo el paseo marítimo desde Puente de Zuazo hasta el helipuerto y en la presente edición desde la zona de las caravanas de los feriantes hasta el citado helipuerto. “No queríamos que se mezclaran la zona de las atracciones infantiles con el botellódromo y por eso tomamos esa decisión”, afirma Armario.
No obstante, reconoce que les faltó adecentar esta nueva zona para el botellón, sobre todo a nivel de iluminación y también dotándola de un mayor número de contenedores de basura, algo que se tendrá en cuenta para ediciones venideras de la Feria.
