Vuelve el movimiento a las obras de la Plaza de Pan. La arqueóloga contratada por la Gerencia de Urbanismo ha comenzado a trabajar este miércoles por la mañana en las catas arqueológicas que la Comisión Local de Patrimonio, dependiente de la Junta de Andalucía, instó a realizar a Urbanismo para la elaboración de un informe arqueológico previo a las obras de excavación que se estaban llevando a cabo para colocar los anclajes de los toldos de la Plaza del Pan.
La Gerencia de Urbanismo había comenzado las obras de cimentación de los anclajes necesarios para la colocación de los toldos sin haber estimado necesario ese informe previo puesto que durante la década pasada ya se realizaron excavaciones arqueológicas justo en esta zona enmarcadas en el proyecto ‘La Piel Sensible’. La Comisión Local de Patrimonio en su última sesión del pasado 21 de junio sí consideró necesario ese informe arqueológico previo y por lo tanto las obras fueron paralizadas.
Tres semanas después la delegación de Cultura de la Junta ha dado su visto bueno para la realización de dichas catas, y en la mañana de este miércoles, según han confirmado a Viva Sevilla fuentes municipales, la arqueóloga contratada por Urbanismo ha comenzado a trabajar sobre el terreno junto con varios técnicos y operarios.
El sondeo arqueológico se realizará en la tercera zapata, dado que las anteriores están ya abiertas. En esta zapata, y para compensar la ausencia de control arqueológico en las dos anteriores, se va a profundizar hasta la cota -3 metros.
Las catas arqueológicas durarán como máximo una semana y, en función de su resultado (desde Urbanismo confían en que se confirme que no hay restos arqueológicos) se procederá a terminar las obras de cimentación para colocar los anclajes y los postes. Después de esto, seguidamente se procedería a la colocación de los toldos de la Plaza del Pan, que estarían ya operativos a principios de agosto. Conscientes del retraso, es decisión de la Gerencia de Urbanismo colocarlos, aunque sea ya en agosto.
La petición de los toldos para la Plaza del Pan es una reivindicación histórica de los comerciantes y vecinos de la zona (data al menos desde 1994) ya que los consideran necesarios para poder seguir desempeñando su actividad comercial y no perder clientes y viandantes en la plaza al no estar resguardada del sol y de las altas temperaturas.
