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Trabajadoras sexuales marchan por sus derechos en Panamá

En ningún país de América Latina la prostitución es un delito, lo que sí que está penado es el proxenetismo

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Un grupo de trabajadoras sexuales de Panamá marcharon hoy en la capital del país para exigir que se derogue toda legislación que criminalice su oficio y que se aprueben normas que garanticen sus derechos laborales.

La caminata, realizada en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Trabajadora Sexual, concluyó en las proximidades de la Asamblea Nacional de Panamá (AN, parlamento) tras partir desde la Basílica Menor Don Bosco, en la capital panameña, lo que motivó el descontento de un cura y algunos feligreses de esta Iglesia.

El padre Alfonso, identificado por la televisión local, reconoció que este grupo de personas tiene derecho a manifestarse, pero, dijo, "no delante de la Iglesia (Don Bosco) donde se predica la bondad".

Las trabajadoras sexuales, acompañadas en la marcha por los Colectivos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT), exigieron al parlamento discutir "el vacío legal" que permite "los abusos policiales y violaciones de derechos humanos de las que son víctimas a diario".

Exigen, además, una vida libre de "estigmas y discriminación"; que los Estados cumplan con erradicar la violencia institucional, física y social que se ejerce sobre las trabajadoras sexuales; y que se les garantice acceso a vivienda, salud y atención médica "amigable, comprensiva y confidencial", según una volante repartida en la marcha.

"La regulación del trabajo sexual nos dará la herramienta que necesitamos para luchar contra las condiciones de explotación a las que somos sometidas", remarcaron en la octavilla.

En ningún país de América Latina la prostitución es un delito, lo que sí que está penado es el proxenetismo.

La representante de la Red de Trabajadoras Sexuales de Panamá, Dulce Ana, ha denunciado en medios locales que en los operativos policiales las sexo-servidoras son víctimas de violaciones a sus derechos humanos.

La movilización también fue respaldada por organizaciones civiles como El Kolectivo, la Asociación Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, Nuevos Horizontes, Espacio Encuentro de Mujeres y Polo Ciudadano.

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