Cuatro de las cinco secciones sindicales del Ayuntamiento gaditano, en concreto UGT, Comisiones Obreras, CSIF y Unión de Policía Local y Bomberos de Andalucía (UPLBA), han enviado un escrito en el que piden al alcalde de la ciudad, José María González, que dimita como máxima autoridad política y jefe superior del Cuerpo de la Policía Local. El único sindicato que no ha firmado dicho escrito es Autonomía Obrera.
En este comunicado, las secciones sindicales exigen que “no se le falte ni una sola vez más el respeto” y le acusan de no ser digno de “representarnos”, en referencia a la Policía Local. Asimismo, manifiestan que no se puede pedir y exigir respeto a los “grupos de la oposición y a los medios de comunicación para con el equipo de Gobierno, cuando no lo demuestra con la Policía Local, la cual solo cumple y ejerce sus funciones amparadas y obligadas por la ley”.
Esta petición sindical, que surge por primera vez desde que González accediera al sillón de la Alcaldía el pasado 13 de junio de 2015 con el apoyo del PSOE y en coalición con Ganar Cádiz, se activa después de unas “indeseables, impresentables y esperpénticas” declaraciones públicas donde “menosprecia, pone en entredicho y desprestigia el trabajo que se realiza desde la Policía Local”. A juicio de UGT, CCOO, CSIF y UPLBA, en sus declaraciones, donde dijo “entre un policía que denuncia y un vecino que se busca la vida, me quedo con el vecino”, el alcalde “invita e incita a la ciudadanía como máxima autoridad política a infringir preceptos legales, menoscabando nuestro principio de autoridad y posicionándose a favor de la economía sumergida”. Por ello no lo consideran “digno de ser nuestro jefe”.
En sus manifestaciones también denuncian “la gran hipocresía y el desapego que manifiesta hacia la Policía Local, desautorizando a estos funcionarios públicos”, aunque aclaran que “como es habitual en muchos políticos de su ‘condición populista’ bien rápido que se acuerdan de la policía cuando nos necesitan para algo”.
Las secciones sindicales del Ayuntamiento, a excepción de AO, consideran que existe un límite que “ni debe ni puede sobrepasarse”, porque “vivimos en un estado de derecho, con unas reglas de juego establecidas que garantizan el equilibrio entre los derechos y los deberes. Unas reglas que tienen que ser respetadas por toda la ciudadanía".
Consideran que en la centenaria historia de la vida del Cuerpo de la Policía Local se ha vivido una situación “tan esperpéntica de acoso y derribo de nuestro alcalde, como jefe superior, como la que estamos padeciendo”.