Los datos del Defensor del Profesor relativos a 2008 revelan un “ligero” repunte de conflictos y agresiones protagonizados por los padres de los alumnos, en las 3.419 llamadas atendidas en todo el país, dijo ayer el presidente nacional de ANPE, Nicolás Fernández.
Las agresiones de padres a docentes se sitúan en torno a un 3%, algo más que en anteriores informes
En el periodo octubre 2007-2008, al que se refiere el estudio se ha producido un aumento de más de 1.000 llamadas que el año anterior, y se refleja que “no hay un aumento de la conflictividad menor”, los problemas de aprendizaje han disminuido pero “se ha producido un repunte de los problemas de mayor gravedad, que tiene que ver con algún tipo de agresión”, añadió.
La mitad de las llamadas recibidas en todas las CCAA corresponden a Educación Secundaria; el 35% a Educación Primaria, el 6% a Infantil y el 9% a otras enseñanzas como adultos o en régimen especial, y el 60% las realizan maestras y profesoras.
Nicolás Fernández añadió que “la tipología de las llamadas no refleja un aumento de los conflictos en los centros” y explicó que según los datos del estudio los casos relacionados con “problemas para dar clase” son el 40% ciento de las llamadas de los profesores, un 20% menos respecto al periodo anterior.
Para Fernández, este descenso se achaca a las normativas puestas en marcha en las comunidades autónomas que ha contribuido a mejorar el clima de convivencia de baja intensidad.
En cuanto a los problemas relacionados con los alumnos, las llamadas de agresiones de alumnos a profesores se mantiene en torno al 8%; las llamadas de amenazas y acoso de alumnos, 17%; grabaciones, fotos e internet, 6 %, y daños ocasionados a propiedades y pertenencias, un 5%.
El presidente de ANPE señaló que lo que más les preocupa es el tramo educativo de Secundaria, donde se producen más llamadas de los profesores, es donde reclaman “cambios en el modelo educativo”, para los alumnos que se quedan descolgados y el sistema no les ofrece una alternativa.
Los programas de cualificación profesional que serían una buena respuesta, este año se han quedado escasos y sólo llegan a 45.000 alumnos en todo el Estado, añadió Fernández.
Según el estudio, las agresiones de padres o familiares a profesores se sitúan en torno a un 3%, un ligero repunte respecto a anteriores informes; acoso y llamadas intimidatorias, un 15%, y denuncias de actuaciones del profesorado por padres, un 24%.
También se ha detectado un 3% de llamadas para que los profesores modifiquen las notas de los alumnos y un aumento de los problemas derivados de las relaciones de los profesores con los equipos directivos.
Nicolás Fernández dijo que ANPE pone en marcha una campaña para reclamar y reconocer la autoridad pública del docente en el ejercicio de su función, aunque “no se trata de judicializar la tarea educativa”, y recordó que el servicio del Defensor del Profesor comenzó en ANPE Madrid hace tres años y se ha extendido a todas las comunidades.
Para ANPE, la autoridad pública del profesor en el ejercicio de su función para que su palabra prevalezca, que esté dotada de presunción de veracidad y sea el contrario el que soporte la carga de la prueba y que las amenazas y cualquier tipo de agresión física sean considerados atentado a la autoridad.
