Paupérrima imagen la que dio el Betis este domingo en el San Mamés frente a un Athletic de Bilbao que arrancaba el encuentro con ausencias notables en su once inicial y ni aún así; el conjunto verdiblanco fue capaz de sacar tajada de las debilidades bilbaínas.
Y la cruda realidad del bloque bético, que sí tiene mimbres para alcanzar el objetivo fijado a principio de temporada; no le da para cotas mayores por muchos que en algunos círculos se quieran empeñar arduamente en mirar hacia más arriba.
Un partido, que quedó visto para sentencia en el minuto 50, cuando Merino anotaba el tercer gol del Ahletic, después de abrir el luminoso en la primera parte con otro tanto suyo y Mikel Rico pusiera tierra de por medio con el segundo de la tarde al borde del descanso.
Tan solo Rubén Castro, como suele ser habitual en la mayoría de los duelos disputados por el Betis, pudo acortar diferencias que; a la postre, no sirvieron para nada de cara al resultado definitivo.
Caída sin pena ni gloria de los de Merino que rompen su racha sin perder. El descenso continúa ocho por debajo.