El histórico líder de los liberales rusos, Grigori Yavlinski, fue elegido este domingo candidato del partido Yábloko en las elecciones presidenciales de 2018, cuando intentará desbancar al presidente ruso, Vladímir Putin.
Yavlinski, que cedió recientemente la jefatura del partido a Emilia Slabunova, recibió el respaldo de los delegados que participaron en el congreso de la formación fundada en 1993, con un solo voto en contra.
"Nuestra plataforma electoral es la defensa del honor y la dignidad del ser humano. Las reformas deben ser para la mayoría", dijo el político, quien ya postuló a la Presidencia en 1996 y 2000, aunque nunca estuvo cerca de la victoria.
En caso de ser elegido, Yavlinski propone introducir reformas estructurales, tanto económicas como políticas, con especial énfasis en la defensa de la propiedad privada, y el fin de las aventuras político-militares, en clara alusión a la crisis en el este de Ucrania, la intervención aérea en Siria y de la guerra de sanciones con Occidente.
El político liberal considera un acierto elegir a un candidato a la Presidencia con dos años de antelación, ya que es la única forma de organizar una "campaña democrática" para hacer frente a la máquina de propaganda del Kremlin.
Y es que considera posible que Putin adelante las elecciones si se agrava la actual crisis económica, que ha disparado hasta los 19 millones el número de rusos que vive por debajo del umbral de la pobreza.
Además, prometió que hará todo lo posible para unificar a todas las fuerzas democráticas, cuando faltan seis meses para las elecciones legislativas.
El partido liberal PARNAS, liderado por el ex primer ministro Mijaíl Kasiánov, se mostró dispuesto a apoyar la candidatura de Yavlinski, siempre y cuando ambos partidos presenten una lista única en las parlamentarias.
Con el que no está dispuesto a aliarse Yábloko es con el principal líder de la oposición extraparlamentaria, el abogado anticorrupción Alexéi Navalni, al que expulsó de su partido por atribuirle ideas nacionalistas.
Yavlinski, de 63 años, participó ayer en la multitudinaria marcha en recuerdo de Borís Nemtsov, el dirigente opositor asesinado hace un año frente al Kremlin cuando investigaba la muerte de soldados rusos en Ucrania.
Oriundo del oeste de Ucrania, Yavlinski siempre se opuso a la injerencia rusa en el vecino país, al igual que en su momento fue uno de los pocos políticos rusos que se opuso a la guerra de Chechenia.
"El intento de crear un polo alternativo a Estados Unidos y Europa es estéril, peligroso y contraproducente, y le costará a Rusia grandes cataclismos", advirtió hace un año en entrevista con Efe en referencia a la política exterior del presidente ruso.
Putin, que regresó al Kremlin en 2012 tras cuatro años de paréntesis como primer ministro, aún no ha dicho si se presentará a la reelección, aunque todos los analistas pronostican que lo hará y permanecerá en el poder hasta 2024.