Las primeras estimaciones oficiales de la participación en las elecciones legislativas y para la Asamblea de Expertos de Irán cifran en unos 33 millones, aproximadamente el 60% del censo electoral, el número de votos registrados durante la votación.
Así lo informó hoy el portavoz del ministerio del Interior, Hosein Alí Amiri, quien señaló que la cifra definitiva podrá ir creciendo según avance el recuento de los votos en todo el país, informa la agencia oficial iraní IRNA.
Amiri indicó, además, que los primeros resultados se anunciarán a lo largo del día.
Sin embargo, esas cifras contrastan con estimaciones realizadas por otras figuras del Gobierno, como el vicepresidente Shabedin Chavoshí, quien indicó en declaraciones recogidas por IRNA que en la circunscripción de Teherán la participación fue un 30 % superior a la de otras elecciones, cuando rondó entre el 50 y el 60% de los electores.
Precisamente para prevenir este cruce declaraciones el Ministerio del Interior divulgó un comunicado en el que afirma que la "única declaración válida para dar resultados oficiales" será la que ellos emitan.
"Los resultados finales de las elecciones serán hechos públicos solamente a través de una declaración oficial y ninguna otra fuente o cuerpo está autorizado para emitir cualquier resultado que sea", indicó el ministerio.
Las mesas electorales de Teherán cerraron finalmente tras casi 16 horas de votación y cinco prórrogas sobre el horario establecido debido a la gran afluencia de electores que participaron en los comicios.
La votación discurrió con normalidad y total tranquilidad a lo largo de la jornada, en donde fueron evidentes las largas colas de votantes en los colegios de Teherán.
Casi 55 millones de iraníes (54.915.024) fueron convocados a renovar los 290 escaños de la Asamblea Consultiva Islámica, el Poder Legislativo del país, y los 88 de la Asamblea de Expertos, el cuerpo formado por clérigos chiíes cuya misión principal es la de elegir a un nuevo líder supremo en caso de vacante y controlar su gestión.
La campaña electoral, de tan solo una semana, se centró en temas económicos, en los pedidos de voto útil y en los intentos conservadores de desprestigiar a los aliados del presidente Hasán Rohaní, favoritos para reafirmar en el Parlamento la progresiva apertura del país.