El primer premio de chirigota de 2015 reedita y defiende como solo el Vera Luque es capaz de hacerlo. Con arte.
Este año es el faraón y con sus esclavos se montan una obra en pleno desierto que agradece “su orgullo y su alegría” y que va más allá de los premios conseguidos. Defiende la cultura “de la tierra mía”.
Tirando y tirando recuerda el legado de Teófila Martínez, que al igual que los faraones “nos dejó sus construcciones”.
La pirámide de VPO va creciendo al igual que una actuación aplaudida y completísima. Sin maldiciones, solo bendiciones.