Luis Ripoll llega otra vez al Concurso de la mano de nuevo de un nuevo proyecto. Al estilo más puro del autor gaditano, que lo hace con unos payasos ante un pasodoble con aires achirigotados en una de sus fases.
Le cantan a la dificultad que entraña hoy en día sacar una comparsa, anunciando su triste final. Eso en su primer pasodoble.
En el segundo, a la situación del país ante las miserias actuales en las que está sumido. En los cuplés recuerdan al presidente del jurado y la “gracia” de estos en las comparsas.