El tiempo en: Chiclana

Huelva

La gran empresa de la igualdad

Bella Carballo, presidenta de las empresarias onubenses, analiza con el Sporting el desafío de las mujeres para derribar barreras

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Asistentes de la tertulia -

El Fundación Cajasol Sporting y la Asociación de Mujeres Empresarias (AME) de Huelva tienen un papel protagonista en la lucha contra los prejuicios existentes en la sociedad contra las mujeres hoy en día. “El logro de la igualdad de género requiere la participación de hombres y mujeres, niñas y niños. Es responsabilidad de todos”, dijo Ban Ki-Moon, secretario de general de  la Organización Naciones Unidas (ONU). Huelva, ciudad pionera y decana en muchos deportes,  fue el primer lugar en crear una asociación de mujeres empresarias en 1972, antes de la Federación de Onubenses Empresarios (FOE), que sirve para promover el autoempleo de muchas jóvenes que buscan dinamizar la economía.
Estos fueron varios de los temas con los que se compuso el exquisito menú de la tertulia ‘Ellas son la élite’ en la Taberna Guatiné (con una crema de calabacín al cabrales para entrar en calor en estos días de frío intenso), que tuvo como comensales a Bella María Carballo, presidenta de AME-Huelva; Virginia García Montilla ‘Virgy’, jugadora, motor en el centro del campo del primer equipo y entrenadora del cadete e infantil de fútbol 7, y Francisco Fontova Folch ‘Sisco’, coordinador deportivo del Fundación Cajasol Sporting.

Desigualdades entre hombre y mujer
Quiso resaltar Bella María Carballo que “es importante que haya un espacio como éste en el que las mujeres sean las protagonistas porque, por ejemplo, en el fútbol queda mucho camino para ver a más mujeres practicándolo y que lo puedan disfrutar. El Sporting está abriendo un camino de futuro y conozco a muchas niñas que han sufrido presiones para que dejaran de jugar cuando era lo que más les gustaban”.
Un hecho conmovedor que dice mucho de las barreras que tienen todavía que superar en pleno siglo XXI. La jugadora sportinguista afirmó que “entreno al infantil y al cadete y creo que se han dado pasos para la igualdad en estos últimos años, pero siguen existiendo prejuicios porque la niña que juega al fútbol es llamada ‘marimacho’. No tiene nada que ver con ser más o menos femenino el jugar al fútbol. Todas las semanas veo cómo padres que sí ven bien que jueguen al fútbol, pero hay niños por ahí que siguen anclados en el pasado. Incluso hay madres que les dice a los niños que cómo pueden perder contra niñas”. Virginia quiso poner como ejemplo su testimonio en primera persona de lo que tuvo que luchar para ser futbolista y conseguir jugar en la máxima categoría a nivel nacional. “Soy de una pequeña aldea de unos 500 habitantes de Córdoba y me tuve que trasladar de una Universidad a otra para jugar al fútbol y estudiar a la vez. No cobramos en el Sporting ni para sobrevivir, pero la ilusión por jugar puede con todo. Para vivir tengo que buscar un trabajo aparte del fútbol. Tuve la suerte de que mis padres me apoyaron para hacer realidad mi sueño, pero me siento una afortunada porque hay otras muchas niñas de mi edad que no tuvieron la oportunidad que yo tuve. Jugué a fútbol sala hasta llegar a entrenar en  equipos de fútbol de pueblos de Sevilla o de Córdoba. La ilusión de mi vida es jugar al fútbol y a mí me gusta tanto que no tengo Canal+ porque si no, no salgo de casa”.

El papel de la cantera
Unas de las obras sociales que desarrolla el Fundación Cajasol Sporting son el de acoger a más de 120 niñas menores de edad a jugar al fútbol y tener como objetivo la igualdad de género entre hombres y mujeres desde la base. Francisco Fontova Folch ‘Sisco’, por su parte, comentó que “si juegan niñas con 8 o 9 años en Huelva es un logro bastante grande. E incluso este año creamos un equipo benjamín. Tenemos muy presente que hacemos un valor formativo, más que competitivo, porque tal y como están las cosas actualmente una mujer no se puede ganar la vida jugando al fútbol”.
“Vivimos en una era todavía machista. La sociedad cambia y hay iniciativas para la igualdad, pero todavía se ven casos que duelen como ver que niños pierdan contra niñas y se escuchen comentarios desde la grada bastante hirientes. La educación viene desde que somos pequeños. El reto que tengo con las niñas es que se diviertan. Ellas caen por goleadas y en vez de irse frustradas a casa lo que quieren es volver a entrenar”, manifestó el coordinador de la cantera sportinguista.
Virgy añadió a esto del papel de la cantera que “el equipo que entreno juega contra niños y no aspiran a ganar ligas o muchos partidos. Sólo quieren divertirse y como en Huelva no hay una Liga Femenina nos adaptamos a lo que hay”.


¿Y los prejuicios en las empresas?
Si seguimos viviendo en una sociedad con escrúpulos en el deporte femenino también existe en el mundo empresarial. Bella Carballo indicó que “no tenemos que usar la fuerza física (entre risas). Aún queda mucho por caminar aunque hemos evolucionado bastante. Si te fijas en los órganos de poder no hay apenas mujeres y ya no solo en Huelva sino en toda Europa. Me llama mucho la atención que hay muchas profesoras en las Universidades y luego son pocas las catedráticas. A la mujer le queda un camino larguísimo en todos los aspectos. A nivel intelectual no se nos pone trabas, pero hay que mejorar”.
Y eso que Huelva puede presumir en que es decano en el asociacionismo de la mujer en España. “AME-Huelva hizo el primer congreso de mujeres iberoamericana. Huelva superó muchas vallas, ya que tanto el Sporting como el Conquero están en la máxima categoría nacional y respecto al asociacionismo nosotras somos anterior a la FOE en el año 1972. Aquí hay mujeres que se tiran para delante y son muy activas”, sentenció la presidenta de AME-Huelva.
La violencia o desigualdad de género no pueden ser eliminadas sin cambiar mínimos detalles en nuestra cultura o seguiremos anclados en tabús del pasado. Y quizá sea eso la vida, pequeños detalles.  

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN