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Viernes 03/05/2024  

Andalucía

Acuerdan once años y cinco meses de prisión para el jamonero de Trevélez

Las acusaciones y la defensa acordaron ayer un total de once años y cinco meses de prisión para Antonio Herrera, el "jamonero de Trevélez", acusado de estafar más de 25 millones de euros a decenas de vecinos de la Alpujarra granadina pese a que la petición inicial ascendía a casi 47 años de cárcel.

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  • Antonio Herrera a su llegada ayer a la Audiencia de Granada. -
Las acusaciones y la defensa acordaron ayer un total de once años y cinco meses de prisión para Antonio Herrera, el "jamonero de Trevélez", acusado de estafar más de 25 millones de euros a decenas de vecinos de la Alpujarra granadina pese a que la petición inicial ascendía a casi 47 años de cárcel.


La adhesión del abogado del Estado y de las cuatro acusaciones particulares al nuevo escrito del fiscal junto a la conformidad de las defensas de Herrera y de la que fuera su esposa, también acusada, evitó la celebración de la vista oral prevista para ayer en la Audiencia y de las siete sesiones señaladas para esta semana y tres días de junio en las que debían declarar 157 testigos.


En su nuevo escrito de acusación, al que tuvo acceso Efe, el Ministerio Público considera a Antonio Herrera autor de los delitos de estafa, apropiación indebida, alzamiento de bienes y contra la Hacienda Pública y le pide por ellos, además de la pena de cárcel, una multa total de 807.300 euros.


A su mujer, Concepción G. N, de la que se actualmente se encuentra separado y para la que inicialmente el fiscal había solicitado siete años de cárcel, se acordó una rebaja hasta los dos años de prisión por tres delitos contra la Hacienda Pública, junto al pago de una multa de 800.000 euros.


Asimismo, de manera solidaria, ambos deberán abonar una indemnización que supera los 11,7 millones de euros a los afectados y pagar conjuntamente una multa de 728.419 euros a la Hacienda Pública por la cuota tributaria no ingresada.


El fiscal relata en su nueva calificación de los hechos que el acusado, también conocido como "Fernando", fue director de una entidad bancaria de la localidad de Trevélez hasta principios de la década de los 90, cuando decidió dedicarse en exclusiva al negocio del jamón serrano.


Según la acusación pública, debido a los años en la dirección del banco, el acusado "estaba al tanto de las posibilidades económicas de cada vecino", un trabajo que le había dotado de "credibilidad empresarial y apariencia de solvencia".


El relato de los hechos


Así, en diciembre de 1993 constituyó con la que era su esposa la sociedad mercantil "Jamones Fernando SL" cuyo objeto era el secado y curación de jamón en la que decidió usar como financiación el capital proveniente de los vecinos de la zona de forma que "cuando conocía que alguien disponía de fondos se ponía en contacto con él".


El Ministerio Pública detalla que el acusado efectuaba una "auténtica puesta en escena" con los inversores en la que, "con ánimo de ilícito beneficio", mantenía una conversación "afable, cercana y generadora de confianza" y exhibía al cliente los secaderos de Trevélez repletos de jamones, restaurantes de lujo y "alardeaba" de diversos negocios y restaurantes.


La primera fórmula de financiación desarrollada por Herrera fue la inversión en jamones, en la que el perjudicado le entregaba cantidades de dinero a cambio de entre el 7 y el 25 por ciento de interés después de que estos hubieran secado.


Otra línea era la conocida como "maquila", una fórmula mixta entre el depósito y el arrendamiento de servicios en la que el empresario cárnico entregaba al secadero la materia prima y pagaba una cantidad por el uso de sus instalaciones, aunque según el fiscal, el acusado también utilizó esta fórmula con particulares que compraron directamente carne cruda.


Sin embargo, Herrera "nunca compró tal jamón o bien el mismo lote se lo adjudicó a diferentes personas" que no estaban en contacto entre sí y que cuando intentaron recuperar sus inversiones fueron convencidas para que "reinvirtiesen" su capital.


Finalmente, en los meses previos de su fuga, el 8 de octubre de 2004, el acusado vendió algunos de sus bienes por un precio inferior al del mercado y permaneció en paradero desconocido hasta finales de 2007 en que fue arrestado en la República Dominicana por la Interpol.

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