Manuel Ruiz de Lopera continúa erre que erre con su particular batalla judicial en la que se siente perseguido y vilipendiado, tal y como su entorno más cercano en boca del exconsejero delegado bético, declara.
Una estudiada jugada a dos bandas en busca de su libre absolución; que se gesta también mediante una serie de negociaciones paralelas con el actual consejo de administración verdiblanco en cuanto al control accionarial de la entidad de Heliópolis se refiere.
Lopera se ha vuelto a reafirmar en su plena inocencia y así se lo ha trasladado en un escrito presentado este miércoles a la Audiencia de Sevilla en la que asegura, que en los 18 años que dirigió a la institución verdiblanca, no cometió la apropiación de la que se le acusa y tampoco perjudicó al club ni obtuvo beneficios para él y su entorno familiar.
En suma, en el texto de conclusiones provisionales que ha redactado la defensa del máximo accionista, al que ha tenido acceso Efe, el expresidente asegura que “no ha incumplido sus deberes de diligencia, no se ha extralimitado en sus funciones, ni ha realizado actuaciones en detrimento económico”.
Por todo ello, la abogada defensora, Encarnación Molino, socia de Montero-Aramburu y firmante del escrito, considera que Lopera no ha cometido ningún delito y pide la libre absolución de Lopera, solicitando que se condene a las acusaciones particulares a pagar las costas “por dirigir la acusación a sabiendas de su temeridad y mala fe”.
Según la defensa de Lopera, con las garantías que presentó el expresidente, que ascendieron a más de 200 millones de euros en forma de un “auténtico mecenazgo gratis y desinteresado”, la entidad “pudo financiar importantes fichajes de futbolistas o acometer obras en el estadio”.
