Los almadraberos gaditanos han solicitado a la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat), que se reúne en estos días en Malta, que "escuche el clamor" del sector y acuerde adelantar a este año el incremento de cuota previsto para el año 2017, ayudando así a "mejorar la situación sociolaboral" que atraviesan.
En un comunicado, los trabajadores de almadrabas aprovechan la reunión de la Iccat para "volver a manifestar que la recuperación del atún rojo ya es un hecho indiscutible", agregando que si hace unos años pedían que se pusiera remedio para evitar la pesca "abusiva e incontrolada" de esta especie, "ahora, gracias al escuerzo y sacrificio principalmente de los pescadores artesanales, su recuperación ha sido todo un éxito".
Según han asegurado, las almadrabas han sido "las más perjudicadas y las que han hecho los mayores sacrificios durante todo este tiempo", puesto que no tienen pesquerías alternativas como otras flotas. Así, su dependencia del atún rojo hace que resulte "imprescindible" disponer de una cuota "suficiente" que garantice su continuidad.
Han lamentado llevar "años sufriendo con resignación la destrucción de empleo y la bajada progresiva de nuestros salarios, llegando casi a la desaparición". Por ello, entienden que "es hora de que se cumplan las palabras del secretario general de Pesca y se premie a los que hemos hecho los mayores esfuerzos y se dé cumplimiento así a lo que dicta el artículo 17 del Reglamento Comunitario 1380 y se nos devuelvan los derechos que en su día nos fueron usurpados".
Reparto "injusto"
Los almadraberos han añadido que la causa directa de las "adversidades" que atraviesa el sector es "el injusto reparto de las cuotas que se hizo", pues se equiparó a las almadrabas con el resto de buques, "metiendo a todos en el mismo saco".
En este sentido, han destacado que la almadraba es un arte milenario "de tipo artesanal, sostenible y respetuoso con la naturaleza" y que, además, "da empleo a un gran número de trabajadores durante la mitad del año" que se dedican "exclusivamente" a la pesca del atún rojo cuyo peso medio por ejemplar es de 200 kilos, por lo que "la captura de inmaduros y los descartes son inexistentes".
A ello, agregan que el impacto al medio ambiente de las almadrabas es "mínimo", puesto que se calan a una milla de tierra, siendo la mayoría de sus embarcaciones de pequeño tamaño y sin autonomía propia.
En su opinión, "tal vez por desconocimiento", no se ha tenido en cuenta la "peculiaridad" de este arte de pesca a la hora de asignar las cuotas, pues una almadraba es "un gran laberinto de cables y redes que precisa de muchos trabajadores y de meses de preparación antes de estar operativa, por lo que para ello requiere de una gran inversión económica".
Por todo ello, han reclamado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que "actúe con sentido común y tenga en cuenta a las almadrabas, que desde siempre han dependido exclusivamente de la pesca del atún rojo para sobrevivir". Asimismo, "ruegan" a los miembros de la Iccat que adelanten a este año el incremento de cuota previsto para 2017.
