RONDA SEMANAL ha conseguido hablar con los propietarios del coche de caballos que en la pasada feria tuvo un grave accidente tras recorrer sin conductor la Avenida Virgen de la Paz, chocar en el Puente Nuevo y en la esquina junto al Convento de Santo Domingo.
Aunque los protagonistas prefieren mantener el anonimato, este periódico ha conseguido su versión de los hechos que finalizaron con tres personas heridas. En la mañana del jueves padre e hijo acompañaron a RONDA SEMANAL al lugar del suceso para conocer de primera mano la historia.
Según nos cuenta el cochero “a media tarde después de haber llegado sobre las 3 de la tarde al Recinto Ferial decidimos ir al centro para recoger a mi madre que salía de trabajar de un conocido hotel de la ciudad. Una vez en el centro fuimos a tomar un helado al establecimiento que hay junto a la puerta de la Alameda y aparcamos el coche en la zona de carga y descarga, colocándole un servilletero en la rueda para que actuara de cuña. En un momento decidí ir al baño y mi padre se quedó agarrando a los caballos por la cabeza mientras volvía” y es en este momento, según nos cuenta el padre cuando “de pronto uno de los caballos de forma brusca se sobresaltó, levantó las patas y empezó a correr. Intenté agarrarlos y me quedé cogido al cabezal por lo que los caballos me arrastraron hasta la puerta de la Alameda en la que no puede aguantar mas y caí a la carretera”. Nuestro protagonista sufrió quemaduras de diversa consideración y lleva el brazo en cabestrillo. Llegados a este punto según aseguran “en el coche iba una amiga con un bebe, que al ver que no había nadie en la parte delantera se tiró y cayó golpeándose en la cabeza. Y mi madre y otro niño se quedaron montados en el carro, bajándose el chico en el primer golpe a la altura del Parador y siguió mi madre subida en el carro hasta que se paró en la puerta de Santo Domingo”. Tras relatar los hechos ambos protagonistas han querido aclarar que, según su versión y la de algunos testigos presenciales piensan que unos jóvenes que pasaron junto a los caballos pidieron “pinchar” con una botella al animal, lo que provocó que saliera en estampida por lo que han puesto los hechos en conocimiento de la Policía Local. Igualmente han insistido en aclarar que no habían ingerido alcohol y que en ningún momento dejaron a los caballos solos.
Finalmente, padre e hijo han querido agradecer a todas las personas que les han ayudado en estos difíciles momentos, en un accidente que nunca olvidarán.