El Sindicato de Enfermería Satse ha denunciado que la falta de sustituciones de profesionales de enfermería en los centros de salud de la provincia de Granada está provocando que se cancelen las consultas programadas durante el verano.
Según ha advertido Satse, se está citando a los pacientes a consultas como citologías, cirugía menor o para recién nacidos, entre otras, a partir de que finalice el verano debido a la falta de personal, una situación que se suma a otras medidas que las direcciones de los distritos sanitarios han adoptado como "la eliminación" de las actividades dedicadas a prevención y promoción de la salud, en las cuales se realizaban talleres con pacientes crónicos para ayudarles al autocontrol de su enfermedad, educación sanitaria a los adolescentes o primeros auxilios, "todo esto gracias a un claro ejercicio de continuo recorte en profesionales de enfermería", ha apostillado el sindicato.
"Un año más", las contrataciones de enfermeras en atención primaria para los meses de vacaciones son "mínimas" como, por ejemplo, en el Distrito Granada que cuenta con cerca de 200 enfermeras y sólo se han sustituido al 5 por ciento, y en la misma línea que el Distrito Metropolitano, que cuenta con alrededor de 300 enfermeras y ha sustituido al 15 por ciento.
Esta "mínima" contratación durante el verano "va a repercutir en la calidad de la asistencia sanitaria" que se presta al paciente y también en "una mayor presión asistencial para los profesionales por la disminución efectiva de las plantillas en vacaciones, ya de por si alarmantemente mermada durante el resto del año", ha afirmado desde el sindicato.
Todo ello, "supone un claro riesgo para los usuarios de los centros de atención primaria de los distritos Metropolitano y Granada así como para que los trabajadores que "pueden sufrir agresiones" al no poder dar respuesta adecuada a las demandas de asistencia sanitaria de los ciudadanos y viéndose unos y otros "obligados a compartir un ambiente laboral hostil, lento e ineficaz".
Han criticado, en conclusión, "una gestión negligente" por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que, a pesar de sus demandas, "pone en riesgo a sus trabajadores y a sus familias y a todos los usuarios en general.
