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El amigo de Morate asegura que éste le confesó haber matado a Marina y que la enterró en la Palomera

Ha asegurado: "Es que no me lo creía. Yo cuando le vi dije no me lo creo. Estás hablando tonterías. ¡Cállate!"

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El amigo que acogió en su casa de Lugoj (oeste de Rumanía) a Sergio Morate, sospechoso del doble crimen de las jóvenes Laura del Hoyo y Marina Okarynska, asegura que no se creyó que hubiera asesinado a las dos chicas porque "él se llevaba bien con Marina" y solía "hacerse el machote".

   En declaraciones a los micrófonos de Antena 3 y Mediaset, a la salida del juzgado tras haber declarado por ocultar a Morate en su casa, Istvan Horvath ha asegurado: "Es que no me lo creía. Yo cuando le vi dije no me lo creo. Estás hablando tonterías. ¡Cállate!".

   Preguntado sobre si Morate solía alardear de cosas que no había hecho, Horvath ha asegurado que "siempre lo hacía para hacerse el machote delante de la gente". "Siempre lo hacía, como... ¡mira quién soy! Dice cosas pero luego no las hace", ha insistido.


   "Yo no me lo creía porque él se llevaba bien con Marina y de vez en cuando tenían sus broncas, pero Marina le calentaba, le echaba sus broncas. En ningún momento iba a creer lo que me había dicho", ha defendido.

   Sobre Laura, Horvath ha indicado que Morante "no me dijo nada" salvo que "la otra no tenía culpa". "He matado a Marina", confesó Morate a su amigo, según el testimonio del propio Horvath, quien ha agregado que el asesino preció que las había "enterrado en la Palomera", a lo que su amigo respondió: "Pero, ¿qué dices? Ahí no cabe ni una aguja, puro monte".

   Dicho esto, Horvath le ha explicado a los periodistas que el "viernes o el sábado" Morate le envió un mensaje en el que le decía: "La he cagado". "Me envió un mensaje y me dijo que había hecho algo. Luego me llamó y me dijo que estaba perdido por algún lugar en Austria, pero sin decirme nada más. Fui a buscarlo a Hungría y me lo traje a Rumanía", ha aclarado.

   Finalmente, Horvath ha denunciado que Morate le ha "jodido la vida". "No lo sabía. Si lo llego a saber, a mi casa no lo traigo. Tengo un hijo y una mujer. Cuando vinieron a por él me entró miedo, no he dormido. Estaba asustado, flipando", ha manifestado.

   La petición de extradición realizada por España para que las autoridades rumanas entreguen a Sergio Morate a la Justicia española llegó ayer a la Corte de Apelación de Timisoara, donde ahora tendrá que ser traducida y analizada para decidir sobre el citado requerimiento. Por el momento, Morate se ha declarado inocente de los asesinatos de las dos jóvenes de Cuenca.

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