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El Quijote de la Vespa vuelve a lucir en Algeciras

La Escuela de Arte recupera a todo un icono de la ciudad y del propio centro

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El Quijote de la Vespa, una de las obras contemporáneas más icónicas de Algeciras regresa a su lugar. Una vez finalizados los trabajos para su restauración la escultura fue reinaugurada ayer por la Escuela de Arte de Algeciras, que la alberga desde que fue elaborada en este mismo centro.

La obra, realizada por el profesor Carlos Alfonso Ortega, en colaboración con su alumnado, se erigió en 2004, con motivo del IV Centenario de la publicación de la primera parte del clásico de la literatura universal de Miguel de Cervantes. Un deleznable acto de vandalismo obligó a retirarla en 2011 para ser restaurada. Ayer, coincidiendo con el IV Centenario de la publicación de la segunda parte de la novela, regresó al jardín de la Escuela de Arte.

El propio profesor, junto a un grupo de alumnos, han sido los encargados de restaurar la obra. Daniel Torres, Manuel Aranda y Pablo Jaén son tres de los integrantes del equipo de trabajo. Cursan 2º de Bachillerato de Bellas Artes en la Escuela. Explican que el proceso ha sido “laborioso, con mucho trabajo. El profesor nos ha ido guiando en el proceso de montaje y construcción. Al final ha sido más entretenido de lo que pensábamos al principio”, comentan.

“Ha sido un gusto enorme poder participar en este trabajo. Ha pasado a ser un monumento de la ciudad y un emblema de la escuela. Además coincide con el Centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote”, añaden.

La obra fue acogida en su inicio con algo de polémica, pero su valor artístico también se impuso desde el principio. Una visión tan moderna del personaje más universal de nuestra literatura llamó mucho la atención desde su aparición, pero los algecireños la acogieron bien. Tanto es así que muchos lamentaron que tuviese que ser retirada hace cuatro años.

La imagen se ha convertido en un icono de la Algeciras más moderna, visible además, desde la Avenida Virgen del Carmen, una de las principales arterias para el tráfico de la ciudad, a la que sigue mirando el ingenioso hidalgo desde su Vespa.

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