a Manuel Fernández Palomino (Jaén, 1962) se le está haciendo especialmente larga su travesía hacia la Alcaldía de Jaén. Está en esa lucha desde que en el verano de 2012 cogió las riendas de la convulsa agrupación socialista dela capital y, especialmente, desde que en octubre pasado, fue elegido formalmente candidato en unas primarias sin urnas. Tras el batacazo electoral de hace cuatro años, el PSOE aspira ahora a enderezar el rumbo con una candidatura muy renovada. Y en el horizonte, la política de pactos.
¿Está el PSOE en disposición de recuperar la Alcaldía de Jaén?
–Salimos a ganar porque la encuesta de la calle nos dice que tenemos posibilidades de ganar.
¿Tocó fondo el PSOE en 2011 con los 10 concejales?
–Hace cuatro años el escenario era completamente diferente al actual, con la crisis en plena ebullición.
Y con un Ayuntamiento en la UVI económica, ¿puede haber recetas mágicas?
–Hay que tomar muchas decisiones, la primera de ellas pedir una entrevista con el ministro de Hacienda porque, hasta ahora, el PP lo único que ha hecho ha sido ir dando patadas a la lata y, por los datos que nos llegan, parece que la lata llega hasta junio Nosotros creemos que hace un rescate integral que permita que el Ayuntamiento tome aire y que sirva para algo más que para pagar las nóminas, también para dar respuesta a los problemas grandes.
¿Más nóminas o menos nóminas?
–Hay que ir pagando menos nóminas paulatinamente, pero eso hay que hacerlo desde la negociación, con planes de prejubilación que sean viables, con decisiones compartidas por todo el mundo y con una RPT porque hay espacios municipales muy mal organizados. Nosotros planteamos llevarnos los servicios de Empleo a los barrios, donde pueden hacer mejor labor.
Pero el PP le recuerda su cuota de responsabilidad ante la situación económica por haber sido concejal de Hacienda en el anterior mandato.
–A mí más que la deuda me preocupa la hipoteca (la diferencia entre ingresos y gastos) y la razón de esa hipoteca está muy clara, fue cuando en la época del ladrillo el dinero que entró en el Ayuntamiento se destinó a multiplicar por más de dos la plantilla municipal, a poner en marcha una televisión por más de tres millones de euros o los contratos con las empresas de residuos o la del agua. En total, una hipoteca de unos 40 millones. Hicimos lo que pudimos y lo pasamos bastante mal, pero hoy ya se sabe que la deuda se ha multiplicado por dos y no se ha hecho nada.
Plantean la remunicipalización de los servicios públicos para adelgazar el gasto.
–Sí, pero lo primero sería hacer una auditoria integral de todas las concesiones municipales porque el dinero se va como un río. Por ejemplo, en el servicio de la basura llevamos casi tres años sin contrato, y su municipalización nos podría ahorrar un coste de más de 7 millones anuales, y la mitad de ese dinero podríamos destinarlo a financiar un plan de empleo. También se estudiará el rescate del servicio del agua y el de transportes, porque ahora cuanto peor es el servicio más le cuesta al Ayuntamiento por el equilibrio financiero que debe alcanzar la empresa concesionaria.
En cuanto al tranvía está claro que apuestan por ponerlo en marcha, pero no dicen si es necesario la implicación de la Junta de Andalucía.
–Vamos a intentar que la Junta también se moje igual que en otras circunstancias, es una de las soluciones. Pero no se puede desechar ninguna solución de gestión. El tranvía debe ser un transporte que repercuta en el ámbito metropolitano de la ciudad. El objetivo es que seamos de enamorar a la gente con un transporte público eficiente.
El PGOU, que ustedes no apoyaron en Pleno, ¿se cambiará?
–Este PGOU parte de la falta de déficit ciudadano y se ha aprobado sobre la mayoría absoluta. Nosotros lo vamos a revisar y vamos a poner en marcha un proceso de participación ciudadana.
¿Dónde están las principales discrepancias?
–Hay que meter en el debate ciudadano el tema de los centros comerciales y eso requiere un estudio de impacto sobre el comercio tradicional. Tampoco hace falta el desarrollo del parque inmobiliario cuando tenemos tantas viviendas vacías.
Sobre la declaración de la Catedral como Patrimonio Mundial, ¿no creee que hay demasiado ruido?
–Es muy difícil conseguirlo, y nosotros ya lo dijimos. En el tema del análisis histórico y artíciso hay que ponerse en manos de los expertos, pero la gestión del entorno de la Catedral hay que transformarlo en una oportunidad. Y, sobre todo, hay que sacar la Catedral fuera del debate demagógico y dejar a los expertos trabajar y que el Ayuntamiento les dé soporte.
Ha reconocido sentir verguüenza por el tono de los Plenos en este mandato. ¿Qué proponen ustedes para cambiar la situacion?
–Vamos a pedir al movimiento ciudadano que nos ayude a elaborar un nuevo Reglamento de Plenos y que ellos sean nuestros evaluadores. En medidas de transparencia planteamos, por ejemplo, que los convenios urbanísticos sean accesibles para todo el mundo, igual que en los temas de contratación y en los concursos.
¿Qué propone para los trabajadores de Epassa y Onda Jaén tras su subrogación en el Ayuntamiento?
–Primero hay que ver los números, pues no se nos ha enseñado la auditoria de las últimas cuentas. Pero esas empresas tienen que seguir siendo públicas y hay que utilizar sus medios lo mejor posible.