Después de siete años intentando impulsar un esquivo acuerdo de paz entre israelíes y palestinos a nombre de la ONU, Robert Serry se despide de esas funciones frustrado y dolido por la falta de resultados.
En su último informe al Consejo de Seguridad de la ONU, el diplomático holandés, coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, pintó un sombrío panorama sobre el tema y dejó para su sucesor la labor de reencaminar el proceso.
Tanto en su intervención ante el consejo como en declaraciones posteriores a los periodistas, Serry insistió en que el tiempo no es el correcto para retomar las negociaciones de paz directas entre palestinos e israelíes.
"Como las partes no parecen ahora listas para reanudar las negociaciones, no deberíamos meterlas prisa para que vuelvan a la mesa", reconoció Serry, quien próximamente será reemplazado por el búlgaro Nickolay Mladenov.
Utilizó argumentos gráficos para describir la situación: "No puedo dejar de expresar mi mayor sentimiento de que he sido parte de un proceso de paz parecido al de una lata que es continuamente pateada en la calle", dijo Serry en su discurso ante el consejo.
En declaraciones a los periodistas posteriores, dijo que había intentado llevar un proceso "tirando de un caballo" y preguntándose continuamente "dónde está el otro caballo", sin identificar específicamente cuál era el equino vacante.
Y, al recordar que ya ha habido tres rondas, sin resultados, para definir un acuerdo que permita la creación de dos estados, el israelí y el palestino, Serry citó a Albert Einstein y su definición de la "locura".
"Es como repetir un experimento año tras año, pero falla, y de hecho esperas resultados distintos", agregó.
Serry dijo que la comunidad internacional "primero debe saber si las dos partes están comprometidas para una solución de dos estados", y mencionó declaraciones recientes del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en las que no apoyaba esa solución.
"Hay que repensar la estrategia para llegar a una solución de dos estados", agregó el encargado de la ONU para el proceso de paz, sin entrar en propuestas específicas porque, al fin y al cabo, eso le corresponderá a su sucesor.
Mientras tanto, "hay que arreglar las cosas sobre el terreno", y citó la necesidad de enfocarse en la franja palestina de Gaza para recomponer las piezas "rotas" de la situación.
En concreto, al Consejo de Seguridad le dijo que se necesita un cese al fuego estable en Gaza y una "real conciliación" entre palestinos, "que todavía no se ha dado" y que reconoce "no es una tarea fácil".
También habló de la necesidad de abrir todos los accesos fronterizos a la franja palestina, para que puedan circular libremente bienes y personas, y el "apoyo total" de la comunidad internacional a un gobierno palestino de consenso nacional.
Durante sus siete años de gestión, Serry ha sido testigo de tres intentos dirigidos por Estados Unidos para favorecer la solución de dos estados, sin resultados.
"Peor aún -recordó-, las tres negociaciones estancadas fueron seguidas por guerras en Gaza, dejando a esa franja devastada durante siete meses por ese conflicto, como comprobé en mi última visita".
En lugar de avanzar hacia una solución de dos estados, Serry dijo que la situación se parece más "a un resultado que sólo se puede describir como una realidad de un estado".