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Jaén

Un pregón sincero y desde el corazón

Prudencio Villar Sánchez ofreció ayer un pregón “sincero”, con palabras que brotaron de su corazón, del recuerdo, reivindicativas y muy emotivas, con las que emocionó y anunció la llegada de la Semana Santa

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  • Prudencio Villar. -

El jienense Prudencio Villar Sánchez (Jaén, 1948) pregonó ayer la Semana Santa de Jaén, en un acto organizado por la Agrupación de Cofradías, en el teatro Infanta Leonor. El presidente de la Agrupación, Francisco Latorre, y el alcalde de la ciudad, José Enrique Fernández de Moya, presidieron el acto, junto a otras autoridades eclesiásticas. El pregonero de 2014, el cofrade Inocente Cuesta, fue el encargado de presentar al pregonero.

Prudencio Villar ofreció un pregón salido “del alma, de la experiencia de su militancia cofrade compartida con tantos”. Fue hermano mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús (2004-2010) y esa responsabilidad lo hizo popular en Jaén. Ayer se confirmó que parte del mundo cofrade se ha identificado con él, un “humilde pregonero” que anunció la llegada de Dios a la ciudad y trasmitió un mensaje de esperanza con un “pregón sencillo”.

Villar ocupó el atril cargado de sensaciones y quiso llegar al corazón de cada uno de los presentes, acercando los “pequeños mundos íntimos” que forman los cofrades, los “auténticos artífices de la armonía y la estética de la Semana Santa”. Con su pregón conectó con los presentes, sin grandes poemas ni recursos literarios, pero sí con emotividad, apreciaciones personales y mensajes que reconocieron lo que la Semana Santa de Jaén tiene y lo que le falta. Pregonó lo que brotaba del corazón de un “cofrade enamorado” de su Semana Santa.

Proclamó su fe al servicio de la Iglesia y de las cofradías de esta ciudad; compartió la  Semana Santa que experimentó vistiendo túnica nazarena junto a su padre; la de veintidós años portando sobre sus hombros el trono con la bendita Imagen de Jesús, o sirviendo a su Hermandad en compañía de cofrades amigos de la Madrugada; e hizo un  recorrido por la Semana Santa desde sus recuerdos “imborrables” de niño.

Pregonó la religiosidad, la formación y la caridad. Recordó la gran riqueza de la imaginería de la capital, antigua y actual, y que todas las imágenes “gozan de una gran devoción”. Reconoció el esfuerzo de todos los cofrades por que la Semana Santa de Jaén exista y que ésta ha de identificarse con su personalidad. Dijo que lo que importa es la devoción y no el protagonismo en las cofradías. “Las cofradías no son instituciones propias para ejercer la vanidad personal”, dijo.
Alabó la pujanza de los grupos parroquiales, el trabajo de las cofradías que significan “hacer hermandad”, y animó a los jóvenes a ser costaleros sin importar la Imagen, “porque todas representan al mismo Dios”.

Pregonó incomprensiones como que la propuesta para la Coronación de la Virgen de los Dolores de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús no haya sido ni tan siquiera admitida a trámite y lleve cerca de cuatro años durmiendo en un despacho del Obispado.
Destacó la participación cada vez más frecuente de la mujer en el seno de las cofradías y reclamó una pregonera para la Semana Santa de 2016. “El movimiento de la mujer cofrade es imparable”, dijo Villar Sánchez.

Recordó que en Jaén hay desfile procesional, procesión de penitencia, pero no estación de penitencia porque no hay parada en un templo (Catedral). “Una Cofradía que se encamina a la Catedral es imagen de la Iglesia. Por tanto, hacer estación en la Catedral es reconocer cuál es nuestra meta: el Cielo ¡Allá debemos ir!”, pregonó Prudencio Villar.

El pregonero invitó a vivir la Semana Santa  en toda su dimensión, significado, esplendor y belleza. “Procuremos, de una vez por todas, que los resentimientos, las envidias y egoísmos queden confinados al olvido y den paso a la tolerancia, la paz y el perdón”, dijo.

Cerró su pregón con agradecimientos, ante un aforo que llenó el patio de butacas del teatro y sobre un escenario en el que lució la túnica de Jesús y en el que tocó la Banda Municipal de Música de Jaén.

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