El exjugador y excapitán del FC Barcelona Carles Puyol, ahora adjunto a la dirección deportiva de Andoni Zubizarreta en el club blaugrana, ha asegurado que su mejor gol fue el que logró en el holgado triunfo sobre el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (2-6), en un 'clásico' de la Liga en la temporada 2008-2009 donde, con un potente cabezazo, y ha dejado la puerta abierta a ser entrenador en el futuro, aunque actualmente desea "un poco de libertad".
Ahora, a las órdenes de Andoni Zubizarreta, el central se ha metido de lleno en la gestión pero no descarta ser técnico. "Siempre he tenido claro que no quiero ser entrenador, porque es un trabajo que exige dedicación exclusiva las 24 horas, y después de tanto tiempo jugando necesito un poco de libertad. Creo que voy a hacer el curso y en el futuro ya veremos si cambio de idea", confesó en una entrevista a la revista GQ del mes de enero recogida por Europa Press.
"Es cierto que, después de 20 años jugando al fútbol, pensaba parar un poco y descansar. Pero el club me ofreció esta oportunidad y me pareció muy interesante. Es bueno renovarse", aseguró el que hasta la temporada pasada fue el 'Gran capità' de la generación más gloriosa del FC Barcelona en cuanto a títulos y juego, con 21 trofeos que llevan su nombre.
Puyol no dudó en asegurar que el club blaugrana "lo es todo" para él. "Es donde me he formado como persona", señaló Puyol, quien ha pasado ya casi dos décadas en el FC Barcelona desde que abandonó La Pobla del Segur para incorporarse a las categorías inferiores del Barça en 1995.
"Estoy muy orgulloso de haber formado parte del mejor Barça de la historia. ¿Mi mejor gol? El que marqué en el Bernabéu en aquel 2-6 al Real Madrid. Con España, el de la semifinal del Mundial, frente a Alemania", recordó. Y preguntado por el jugador más difícil de marcar, apostó por Messi. "Me he enfrentado a él en muchos entrenamientos, es el mejor jugador del mundo", reconoció.
Preguntado por su estilo de juego, bravo y sin pensar en las consecuencias, como las lesiones, reconoció que no se dejaba nada en el campo. "Es que yo no sé jugar de otra forma. Lo daba todo en las jugadas, y a veces pasan estas cosas. Desde que me he retirado mi madre vive más tranquila. Ella es la que más se alegra de que haya colgado las botas", confesó.