"Negativo". Éste es el balance que los vecinos del casco antiguo hacen de la Feria de Málaga, que terminó este pasado sábado, puesto que "una vez más se ha convertido en un 'botellón'". "Cada año es peor y ya la única solución es quitarla del centro", ha advertido la representante de los residentes, Esther Ramírez, quien ha lamentado que "se estén primando los intereses económicos sobre los de los ciudadanos que viven en la zona".
De todos modos, la Asociación de Vecinos Centro Antiguo ha cuestionado que el impacto económico global generado por la Feria de Málaga en la ciudad sea de cerca de 45 millones de euros, tal y como informó este pasado sábado el alcalde, Francisco de la Torre, y le ha exigido que diga "cuánto cuesta a los malagueños la limpieza, la seguridad y toda la infraestructura que conlleva esta celebración".
A su juicio, volver al carácter tradicional que la Feria tenía en los años 80 es "imposible". El problema, tal y como ha resaltado a Europa Press, "es que se tiene a la ciudad ocho días en un caos absoluto, sin poder recoger la basura y la Policía sin garantías de poder actuar ante las aglomeraciones de jóvenes".
"Los residentes no queremos esta Feria del Centro porque no podemos hacer nuestra vida normal; nos sentimos desamparados, cuando, sin embargo, somos tan vecinos como los de otras barriadas", ha afirmado la presidenta de esta asociación, recordando a De la Torre que "es alcalde para todos los malagueños".
Ramírez ha insistido en que la situación es "insufrible e injusta", ya que "el vecino sólo tiene dos opciones, irse de su casa durante estos días o estar encerrado en ella de día y de noche", al tiempo que ha precisado que "una cosa es la Feria de calle Larios al mediodía y otra muy distinta la que te encuentras en las plazas Mitjana o Uncibay o en Cárcer, Calderería o Madre de Dios, por ejemplo".
Al respecto, la representante de los residentes del centro histórico ha considerado que "si el alcalde hubiera entrado a las ocho de la tarde en calle Casapalma, se le habría caído la cara de vergüenza viendo a los jóvenes borrachos tirados en el suelo".
"UNA SOLUCIÓN YA"
En su opinión, "no hay voluntad política porque no se quieren enfrentar a los hosteleros y al final el Ayuntamiento acabará actuando sólo cuando pase una desgracia". Por ello, le ha instado a poner ya sobre la mesa una solución, que, según ha defendido, debe de ser drástica: "la Feria centrada en el recinto ferial de Cortijo de Torres, que para eso existe, y el centro quedarse como el lugar de ocio que es el resto del año".
"Cada año es peor y ya la única solución es quitar la Feria del Centro", ha manifestado Ramírez, incidiendo en que "el Ayuntamiento de Málaga es responsable civil subsidiario de todos los actos que se organizan en el centro y, por tanto, también del 'botellón' y de su erradicación; no es algo que dependa de los vecinos".
Finalmente, la representante vecinal no ha criticado los dispositivos de limpieza y de seguridad en sí. El problema, ha especificado, "es que los operativos de Limasa no pueden entrar a limpiar porque no abandonan las calles, e igual ocurre con los policías".
Sobre los problemas derivados del 'botellón' en la Feria, De la Torre admitió este pasado sábado que "aún queda camino por recorrer", reconociendo la dificultad de su erradicación. No obstante, instó a todos los agentes sociales a reflexionar para tratar de minimizar sus efectos.
