La edad media de inicio de consumo de alcohol entre los jóvenes del este de la provincia de Málaga es de 14,8 años. Además, uno de cada cinco adolescentes se encuentran en riesgo de abuso o dependencia del alcohol.
Estos datos se extraen el estudio 'Prevalencia y hábitos de consumo de alcohol, tabaco y otras drogas', llevado a cabo por el Servicio Provincial de Drogodependencias de la Diputación de Málaga y la Cátedra de Medicina Preventiva de la facultad de Medicina de la Universidad de Málaga (curso 2012-2013).
Los resultados del informe los ha dado a conocer este jueves la diputada de Centros de Atención Especializada, Emiliani Jiménez, acompañada por el director del Centro Provincial de Drogodependencias de la provincia, Juan Jesús Ruiz, y de los psicólogos Juan Díaz y María Ángeles García.
En total, se han realizado 820 encuestas a escolares de 11 a 19 años de 10 centros de los municipios malagueños de Alameda, Algarrobo, Archidona, Humilladero, Mollina, Nerja, Periana, Torrox y Villanueva del Trabuco.
El objetivo del estudio era indagar sobre la situación actual de consumo de las diferentes drogas, y en especial del alcohol, en la población adolescente. Se pretendía, asimismo, detectar los índices predictores de riesgo de consumos perjudiciales para la puesta en marcha de un programa preventivo.
Así, el alcohol se presenta como la sustancia más consumida (80 por ciento de los encuestados), seguida del tabaco (34 por ciento) y el cannabis (25 por ciento). Además, las mujeres presentan mayor porcentaje en consumo de alcohol y tabaco y los hombres en el caso del cannabis.
ALCOHOL EN JÓVENES
"Alarmantes" ha sido el calificativo que ha empleado la diputada para describir los resultados, refiriéndose especialmente a la temprana edad con la que comienzan a consumir alcohol, que se sitúa en los 14,8 años.
Según han detallado, los jóvenes beben combinados de licores destilados de alta graduación en un 87 por ciento de los casos, en bares o pubs principalmente (el 68 por ciento) y en la calle (el 38 por ciento). Además, han confirmado la facilidad de acceso al mismo tanto en tiendas como en bares.
"Cuatro de cada cinco niños de 14 a 18 años ya han probado el alcohol alguna vez en su vida y la cuarta parte de ellos se encuentran en riesgo de abuso o dependencia del mismo", ha añadido.
Asimismo, el 70 por ciento de estos escolares que son consumidores de alcohol afirman haberse emborrachado alguna vez. En el último mes, teniendo en cuenta el momento de la encuesta, un 33 por ciento lo ha hecho, llegando a beber cinco o más copas en un período aproximado de dos horas.
El estudio muestra también que aquellos que consumen más alcohol son los que disponen de dinero, salen bastante, no tienen hora fija de regreso a casa, sus padres desconocen dónde se encuentran, hacen mayor uso de las redes sociales y el progenitor se encuentra en paro.
En el lado opuesto, se ha observado una menor probabilidad de consumo de alcohol entre aquellos que cuentan con unas normas claras tanto dentro como fuera de casa "y se sienten queridos por sus padres".
Referidos al consumidor que ya tiene un riesgo alto de ser dependiente, su perfil corresponde a un varón, con absentismo escolar, disponibilidad económica, sin normas en casa, que fuma, que sale bastante sin hora de vuelta a casa y que conduce bajo los efectos del alcohol o va de copiloto con alguien ebrio.
En cuanto al consumo de cannabis, la edad media de toma de contacto con esta droga se sitúa en los 15,2 años. Además, han explicado que el consumo problemático se asocia con el absentismo escolar, disponibilidad económica, mayor número de salidas sin hora de regreso los fines de semana y mala relación con las madres.
Asimismo, se vincula a los casos en los que los padres no saben con quién y dónde están cuando salen, los chicos no se sienten queridos por sus progenitores y el padre se encuentra en situación de desempleo.
MEDIDAS PRIORITARIAS
Con estos datos sobre la mesa, Jiménez ha anunciado que dentro del Programa Provincial de Prevención de los daños asociados al consumo de alcohol y otras sustancias en menores, se priorizarán acciones con la implicación y participación de distintas instituciones y agentes comunitarios.
Una de ellas será lo que se conoce como 'prevención ambiental', que consiste en actuaciones dirigidas a la población orientadas a responsabilizar sobre la necesidad de cumplimiento de la normativa vigente para menores en materia de alcohol y drogas.
La segunda de las adelantadas por la diputada será la destinada a detectar a los adolescentes y grupos de riesgo de consumo problemático de alcohol, tabaco y cannabis, e intervenir mediante terapias o tratamientos especializados.
Por último, Jiménez ha resaltado el trabajo en la sensibilización y formación de los progenitores de estos escolares en las competencias educativas necesarias para la reducción de los riesgos asociados al entorno familiar.
