El presidente afgano, Hamid Karzai, acogió ayer de forma positiva la nueva estrategia de EEUU para Afganistán porque, en su opinión, “refleja las demandas del pueblo afgano” y reconoce que la lucha contra el terrorismo es un problema que afecta a toda la región.
“Afganistán da la bienvenida a la nueva estrategia de Estados Unidos porque refleja las demandas del pueblo afgano”, dijo Karzai en una rueda de prensa celebrada en Kabul.
El dirigente destacó que el plan anunciado el pasado viernes por el presidente estadounidense, Barack Obama, con el envío adicional de 4.000 soldados, pone el énfasis en el fortalecimiento de la seguridad y de las infraestructuras para los civiles.
También dijo que la nueva estrategia reconoce que la “guerra contra el terrorismo es un problema regional” y que fomenta las conversaciones con los talibanes, algo que el Gobierno afgano buscaba desde hacía tiempo.
Karzai añadió que para que el plan tenga éxito algunos de los líderes de la insurgencia talibán que no tienen vínculos con la red terrorista internacional Al Qaeda deberían ser retirados de la lista de terroristas de la ONU, aunque no precisó nombres.
El dirigente se limitó a explicar que se trata de talibanes que por miedo a la represión de las autoridades afganas y de las tropas internacionales continúan en las filas de la insurgencia en contra de su voluntad de cooperar con el Gobierno del país.
El presidente de Estados Unidos dio a conocer el pasado viernes la esperada nueva estrategia de su Administración en Afganistán, que aseguró que será “más firme, más inteligente y exhaustiva”.
Obama dijo que el plan tiene el objetivo de “desactivar, desmantelar y derrotar a Al Qaeda en Paquistán y Afganistán e impedir su regreso a cualquiera de esos países en el futuro”.
La estrategia, que aborda aspectos militares, civiles, de ayuda económica y de cooperación internacional, busca fomentar el adiestramiento de las fuerzas de seguridad afganas, para lo que enviará un contingente adicional de 4.000 soldados.
Estas tropas se sumarán a los refuerzos ya anunciados de 17.000 soldados estadounidenses, que llegarán en los próximos meses y se sumarán a los 36.000 ya desplegados en Afganistán.
Estados Unidos lidera en el país asiático una coalición militar que cumple la misión antiterrorista Libertad Duradera y actúa independientemente de las fuerzas de la OTAN.
Mientras, la Alianza Atlántica, que cuenta con mandato de la ONU, tiene desplegados a más de 50.000 soldados, casi la mitad de ellos estadounidenses.
Por su parte, España está abierta a enviar a miembros de la Guardia Civil a Afganistán dentro de una misión europea de formación de policías afganos, aunque la decisión final depende de las condiciones y las modalidades, dijo ayer el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El ministro mantuvo ayer una reunión con sus colegas de Francia, Bernard Kouchner, y Portugal, Luis Amado, para discutir la propuesta de París para enviar entre 300 y 500 miembros de la Fuerza de Gendarmería Europea (FGE, integrada por cuerpos policiales con carácter militar) para la formación de unidades policiales afganas.
La cuestión de la protección de esos agentes es una de los aspectos clave que hay que decidir, ya que sus desplazamientos por el complicado territorio afgano necesitan de un mecanismo militar de apoyo y extracción en caso de ataque, señalaron fuentes comunitarias.
Francia presentó la idea esta semana y la está promoviendo activamente con la esperanza de poder realizar algún tipo anuncio rápido, posiblemente durante la cumbre de la OTAN de los próximos jueves y viernes en Estrasburgo y Kehl.