Un respiro esperado

Finalmente llegó el aplazamiento para el pago de la deuda que el Ayuntamiento de Jaén tiene que hacer frente del plan de proveedores, que se irá finalmente a veinte años en lugar de a diez. Esta medida, aunque no soluciona los problemas de falta de liquidez municipal, sí alivia las arcas municipales, sobre todo en lo que se refiere a hacer frente a los pagos periódicos, cuyos incumplimientos acababan con las retenciones en las Participaciones de los Impuestos del Estado (PIE) y asfixiaban más al Ayuntamiento. De todos modos, no está el palacio de la plaza de Santa María para tirar cohetes, más allá de pagar cada mes las nóminas de los trabajadores, que finalmente, parecen respirar tranquilos después de tres años con el alma encogida ante los continuos anuncios velados de una regulación de plantilla. No llegará a falta de un año para las municipales. Es más, aquellos ayuntamientos que las llevaron a cabo no están mucho mejor que el de Jaén, por lo que, si no se producen contratos de última hora antes de los próximos comicios locales, el Ayuntamiento de Jaén se irá vaciando poco a poco con las jubilaciones, que no son pocas en los próximos años. Mientras tanto, sin liquidación aún del presupuesto del año pasado para conocer cómo va la deuda, lo más probable es que este año no haya cuentas (estamos ya casi a la mitad de año) y que se prorrogue el anterior, algo que no es nuevo, ya que también el anterior equipo de gobierno de PSOE e IU, lo hizo hasta en dos ocasiones.