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Klaus plantea un gran pacto de gobierno para salir de la actual crisis checa

El euroescéptico presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, aceptó ayer en Praga la dimisión del Gobierno de centroderecha liderado por Mirek Topolanek, a quien planteó un gran pacto con los socialdemócratas hasta las próximas elecciones.

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  • El presidente de la República Checa, Vaclav Klaus. -
El euroescéptico presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, aceptó ayer en Praga la dimisión del Gobierno de centroderecha liderado por Mirek Topolanek, a quien planteó un gran pacto con los socialdemócratas hasta las próximas elecciones.

Esa solución la consideró inaceptable Topolanek, según puso de manifiesto a los medios de comunicación tras el encuentro.

Klaus, enemigo acérrimo del Tratado de Lisboa, puede intentar, según diversos analistas, favorecer un gobierno de consenso que al menos bloqueara la ratificación hasta las próximas elecciones legislativas ordinarias, previstas para junio de 2010.

El primer ministro en funciones acudió al Castillo de Praga, sede de presidencia, para entregar su renuncia y la de sus dieciséis ministros al jefe del Estado, tras no superar el martes una moción de censura en la Cámara baja.

El Ejecutivo tricolor de conservadores, democristianos y verdes logró la investidura a principios de 2007 gracias a dos diputados tránsfugas socialdemócratas, y seguirá dirigiendo el país hasta la formación de un nuevo Gobierno.

El máximo dignatario checo transmitió ayer a Topolanek que, en el caso de querer formar un nuevo Ejecutivo, "la solución debe ser rápida, ya que esto lo exige la complicada situación económica y nuestra presidencia del Consejo Europeo, que debe ser desempeñada por un Gobierno plenamente legítimo".

"Si alguien es capaz de traerme 101 firmas que posibiliten un gobierno, le daré la oportunidad", dijo también el presidente.

El carismático Klaus, padre de las reformas económicas de los años noventa, ha añadido que "es inaceptable una situación de provisionalidad hasta el final de la presidencia", tal como están dispuestos a aceptar los socialdemócratas con la tolerancia del actual Ejecutivo en funciones.

El presidente del Partido Socialdemócrata (CSSD), Jiri Paroubek, abogó ayer por dejar al actual Gobierno agotar su mandato al frente del Consejo Europeo y, al mismo tiempo, consensuar un equipo de tecnócratas que tome después las riendas hasta los próximos comicios legislativos de otoño.

La propuesta de Klaus pretende, sin embargo, aparcar esa solución interina, ya que apunta a favor de un gran pacto de gobierno con los socialdemócratas, lo que rechazó el dimisionario primer ministro.

"La única salida a esta situación es la convocatoria de elecciones anticipadas", dijo Topolanek, del ala más favorable a la Unión Europea (UE) del Partido Democrático Ciudadano (ODS).

Las últimas encuestas otorgan una ventaja de unos cuatro puntos porcentuales a los socialdemócratas sobre los conservadores del ODS

Esta situación tiene en vilo a los socios de la UE, presidida durante este semestre por República Checa, y se ve agravada por la delicada coyuntura económica.

Los checos han recibido además un aluvión de críticas por la falta de ratificación del Tratado de Lisboa, cuyo sino ha adquirido nuevos interrogantes con la caída del Gobierno.

El ODS, mayoritario en la Cámara alta con el 40,7% de los escaños, planea posponer la tramitación del documento comunitario hasta julio.

La propuesta surgió en una reunión del grupo parlamentario conservador mantenida la víspera, donde los opositores al texto fueron superiores en número a los del ala más proclive a la ratificación.

Topolanek ha dado en las últimas horas muestras de una enorme decepción por la defenestración de su gobierno, y ha arremetido con dureza contra algunos de sus propios correligionarios, como el alcalde de Praga, Pavel Bem, el diputado Vlastimil Tlusty y el mismo presidente Klaus.

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