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Jaén

Enmiendas a la totalidad

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Esperpentos. Garabatos goyescos. Caras de circunstancias en procesiones por dentro. Poses forzadas por impostadas. El porvenir de Jaén, con la vista siempre puesta en Sevilla, a través de tres incógnitas actuales y recurrentes, se despejaría en el transcurrir del intenso puente escolar, o semana blanqueada, de cinco días, que comenzó el jueves. Habrase visto. La Cámara de Comercio de Jaén y la inminencia de una salida tutelada a la asfixia financiera que la atenaza (Antonio Ponce, presidente del Consejo Andaluz de Cámaras, con la venia de la directora general de Comercio de la Junta, Carmen Cantero, alentaría una gestora de la que podría formar parte el ilustre veterano Eduardo Criado, presidente de la Cámara de Andújar, para, de inmediato, bisbisean en el Vivero, impulsar hasta tres programas de acción dotados de agilísima financiación), el Plan General de Ordenación Urbana, el nuevo PGOU, que propicia, mañana mismo, el encuentro de dos futuribles con posibles, concejal del área y delegado de la Junta,  Javier Márquez y Julio Millán, dos alcaldables en la rebotica de los dos grandes (El pleno insta a la Junta a darse prisa con el visto bueno al PGOU, al tiempo que una ‘desconocida’ plataforma “Un PGOU para la ciudadanía” recomienda al Gobierno andaluz no refrendar la revisión urbanística que plantea el Ayuntamiento), y, por supuesto, el alcalde Fernández de Moya y su trastabillada tocata y fuga a la sala de máquinas regional del PP. Tres previsiones ciertas, envenenadas, de armas tomar.


El XIV Congreso del PP-A se saldó con la reafirmación fehaciente de la influencia que sigue ejerciendo Javier Arenas en la derecha andaluza. Tan indiscutible como legítimo era sumarse desde San Clemente a su ocaso definitivo. Un conocimiento de las entretelas de la organización que minusvaloraron María Dolores de Cospedal y Juan Ignacio Zoido cuando, sin contar con él, decidieron promover al cargo de aspirante regional a todo lo habido y por haber –San Telmo bendito- al hasta entonces modoso y disciplinado secretario general, José Luis Sanz. El patrimonio político que le queda a Arenas Bocanegra son esos treinta años de héjira ininterrumpida en Andalucía, esas tres décadas mandando y controlando, manejando y administrando favores y ambiciones. Con ese rédito interno y un ascendiente intacto ante el jefe Rajoy, el dedazo a favor de Moreno Bonilla era solo la consecuencia exacta. El flamante líder se hacía flanquear por Loles López Gabarro, la parlamentaria y alcaldesa de Valverde del Camino, en la codiciada secretaría general, y otra mujer, responsable de Organización en la ejecutiva de Sevilla, Virginia Pérez, en la recuperada vicesecretaría general. Completa el cuarteto de cabeza, como portavoz del partido, uno de los principales respaldos de Juanma Moreno, el mandamás de su territorial de referencia, Málaga, Elías Bendodo.


¿El resto? Una vicesecretaría de área para cada provincia. De Moya, entre la espada y la pared después de lo que se había escrito sobre su papel en la nueva dirección, acepta una de ellas, la de Economía y Desarrollo Rural. Es el único presidente provincial, exceptuando a Bendodo, que ocupa personalmente cargo en el equipo de Moreno Bonilla. Igual, así las cosas, estéticamente, hubiera quedado mejor fuera, haciendo causa común con su pretendido mentor, ángel caído en este rocambolesco proceso, José Luis Sanz. Él verá. Lo que importa, a la postre, es que José Enrique tiene el camino expedito para terminar mandato como alcalde y repetir si las ganas y el entorno familiar coadyuvan a ello.


La irrupción en el panorama preelectoral andaluz de Moreno Bonilla, complementariamente, alimenta la opción de un adelanto de los comicios andaluces a la primavera de 2015 hasta hacerlos coincidir con las municipales. La polémica Ley de Reforma Local, recurrida por la Junta, que endilgaría a la administración autonómica competencias gestionadas hasta la fecha por los municipios, justificaría, según apuntan destacados dirigentes socialistas, una convocatoria conjunta. Doble virtualidad, anticiparse a un mayor conocimiento público del candidato popular y, además, emitir desde el PSOE-A una inequívoca enmienda a la totalidad de las políticas sociales del Gobierno central, donde Moreno Bonilla ha venido siendo, nada menos, el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. El gabinete de ideas de la presidenta se devanaba los sesos a propósito, durante la travestida festividad del ’28-F’. Municipales y Andaluzas, juntas, hipótesis plausible, como enmienda a la totalidad de las políticas sociales del PP. Y agárrala como puedas, Juanma, que esto no ha hecho sino comenzar.

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