“Los documentos aportan claves sobre la vida cotidiana en distintos periodos, así como de la administración municipal y de las intrigas políticas que se sucedían”, continuó Escalante.
El archivo de los marqueses de la Vega de Santa María es una colección documental compuesta por 45 legajos y 38 libros, de los que faltan por completo el 1 y el 2. Esta documentación se ha integrado en el Fondo de Archivos Familiares, y los años que comprende son de 1459 a 1847. Por su parte, el de los condes de la Camorra se compone de 18 cajas y 5 libros. Se trata de un archivo incompleto en el que se intuye una antigua organización, reflejada en un libro inventario. También ha sido integrado en el Fondo de Archivos Familiares, y abraca de 1503 a 1967.
“En total serán 2.164 expedientes de esta propiedad catalogados en 38 legajos antiguos que incluyen entre otros documentos, títulos, derechos e información relativa a árboles genealógicos de la familia”, añadió el responsable del archivo.
Esta semana comenzará el proceso de digitalización de los dos archivos, de forma que tanto la familia como cualquier interesado pueda acceder a ella. De esta forma, se podrá conocer información acerca de los conflictos políticos de la época, de los movimientos revolucionarios, de la administración o situaciones de la vida cotidiana.
Los documentos se conservan en papel y pergamino y se trata de información “no del todo inútil”, según se indica en algunas de las carpetas conservadas. La documentación, que data del siglo XVI, se ha entregado en buen estado de conservación. Se trata de archivos muy completos y que no han sido alterados, hecho que permitirá tanto catalogarla como conocer su origen.
El título de marqués de la Vega de Santa María fue concedido por Carlos II el 27 de febrero de 1693 a José María de Pedrosa y Bracamonte, caballero de la Orden de Calatrava. El título de conde de la Camorra fue concedido por el rey Felipe V, en noviembre de 1712.