La Asociación de Autoayuda e información sobre el síndrome de dependencia alcohólica de Cádiz, ARCA, y el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz, firmaron en la jornada de este jueves un convenio de colaboración destinado a buscar soluciones o al menos paliar las situaciones que se dan en los entornos laborales cuando un trabajador padece de alcoholismo, con el consiguiente perjuicio para él y para la empresa. A la firma de este convenio asistieron José Blas Fernández y Francisca Aragón Torres, presidente e interventora del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta respectivamente, y Alberto Matilla Vigo y Juan Gibert Rahola, presidente y vicepresidente de Arca, respectivamente.
El convenio nace tras una visita realizada a ARCA por parte de José Blas Fernández, contacto que sirvió para que “nos diésemos cuenta del aumento progresivo de trabajadores que pierden su empleo por culpa del alcohol”, en la mayoría de los casos por despidos procedentes y sin indemnización. De ahí la importancia, tal y como se resaltó durante la firma del convenio, de que la sociedad se conciencie de que el alcoholismo es una enfermedad.
Y para hacer valer ante los tribunales de lo social y lo mercantil de que es una enfermedad, el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz creará un turno de oficio que defenderá a los trabajadores en estos casos. “Nosotros llevaremos la defensa”, señaló José Blas.
Por su parte, Matilla quiso agradecer este esfuerzo al Colegio de Graduados Sociales porque “se abordará una injusticia histórica” de la mano de una institución “de gran prestigio y reputación”. Y es que es “una injusticia” que “una enfermedad sea causa de despido”, lo cual es “un anacronismo”, aunque reconoce que “los cambios se dan poco a poco”.
Uno de los objetivos de este convenio es que el Colegio de Graduados Sociales “ejerza de mediador entre la empresa y los tribunales”. Y lo principal en estos casos en la prevención, ayudar tanto al trabajador como a la empresa, pues el alcoholismo influye en el aumento del absentismo laboral, en el número de accidentes laborales y en el rendimiento del trabajadores.
Así, Juan Gibert insistió en que “este convenio nos va a ayudar a que la sociedad entienda que el alcoholismo es una enfermedad”, por lo que tiene un tratamiento al que debe someterse el trabajadores para su recuperación y su posterior reincorporación al puesto de trabajo.
También se destacó el papel que tendrán las aseguradores y las mutuas, que absorberán las bajas laborales, por lo que sería recomendable que formase personal propio en el alcoholismo, sus consecuencias y su tratamiento. Para Gubert es fundamental la prevención, “palabra clave en medicina”. Por eso es necesario “mediar ante la empresa lo antes posible para que el trabajador que padezca alcoholismo tenga la oportunidad de tratarse”, al tiempo que es necesario “concienciar que la detección temprana del alcoholismo puede evitar males mayores”, y que “no es un vicio, no se puede tratar de una forma simple, tiene un 50 por ciento de componente genético y otro 50 por ciento de componente ambiental”.