Hemos hablado con su director, José Colomé, que nos ha explicado en qué va a consistir su actuación. Pero sobre todo nos ha hablado del amor a la música sin adjetivos, a la música una, capaz de aplacar a las crisis y llenar de armonía nuestras almas.
—La Orquesta Hispania Filarmónica, según puede leerse en Internet, nace del pueblo y para el pueblo. ¿Qué quiere decir eso, que están empeñados en llevar la música culta a todos los rincones andaluces?
—Así es. En nuestra pasión por la música hemos descubierto lo importante que es que el público se sienta identificado, disfrute y sienta la música que ofrecemos con la misma intensidad con la que nosotros la interpretamos. Queremos desmitificar el apelativo “música culta” y dar a conocer que solamente hay dos tipos de música: buena o mala.
—Usted es un director formado en España, Inglaterra y centro Europa. ¿Cree que aquí nos falta, a diferencia de Austria y otros países, educación musical? ¿Se incentiva entre nuestros estudiantes el amor a la música?
—Tuve la gran oportunidad de tener esos diferentes puntos de vista. He sido testigo de cómo España, Inglaterra y Austria viven la música y creo que deberíamos tener más amor propio. Me da la impresión de que nos avergüenza un poco lo propio y que lo extranjero es siempre mejor. Nada más lejos de la realidad. Nuestra música goza de una excelente calidad y es muy apreciada en todos los países por su calidad sobre todo y su vitalidad en particular. Es por eso que quiero abrir cada parte del concierto con dos preludios de zarzuela del Maestro Chapí para demostrar que puede convivir perfectamente en un programa de la familia Strauss.
—La Orquesta Hispania Filarmónica viene a Arcos, a la Basílica de Santa María, con un concierto de Navidad. Pero ustedes interpretan un buen abanico de músicas. Brahms, música popular europea, etcétera. ¿Cómo anda y qué abarca su Orquesta?
—La Orquesta Hispania Filarmónica ante todo es como un niño lleno de ilusión y curiosidad. Nos mueve una gran pasión por todo repertorio, respaldada en primer lugar por la humildad y luego por una formación académica de primera calidad. Esto nos permite abordar desde música de cámara, pasando por el gran terreno sinfónico y llegar hasta la ópera y la zarzuela. Estas dos en especial se están convirtiendo en nuestra debilidad.
—¿En qué va a consistir su concierto en Arcos?
—Va a consistir en un programa muy luminoso, lleno de vitalidad y optimismo, que tanto necesitamos en estos tiempos que corren. Como ya he comentado anteriormente, cada parte del concierto es preludiada por música de Ruperto Chapí para luego dar paso a las polkas, valses, galopps de la familia Strauss, con alguna que otra sorpresa para el público, ya que esta música no solamente se oye, sino que además, se ve y sobre todo, se vive. No quiero olvidar el gran momento del final de la segunda parte, en la que la gran soprano armenia Hasmik Nahapetyan pone voz a dos arias de Puccini en la que nos recuerda lo importante que es amar al prójimo aún en la adversidad.
—Como estoy seguro de que quiere usted dedicar un feliz año a todos los arcenses le dejo espacio para que lo haga.
—Quisiera dar las gracias a todas las personas que van a hacer posible que la Orquesta Hispania Filarmónica pueda hacer lo que mejor sabe: tocar la mejor música para un público con curiosidad y ganas de descubrir y disfrutar de un repertorio que está tan vivo que hará saltar al público de sus asientos. Esta es nuestra manera de felicitar a todos los arcenses el año en el que vamos a entrar y desearles todo lo mejor de corazón.