El prestigioso doctor José María Sillero Fernández de Cañete es conocido en Jaén por su labor profesional en el campo de la Medicina, pero desde ayer, nadie lo olvidará porque la plaza a la que se asoma a diario está dedicada a su persona.
Este granadino afincando en Jaén desde su juventud recibió ayer un sentido homenaje rodeado de familiares, amigos y colegas de profesión que aplaudieron el gesto municipal de dedicar la plaza de La Libertad (antigua Coca de la Piñera) a José María Sillero.
Acompañado de su mujer, Concepción Arenas, y sus dos hijas, Inmaculada y María del Mar, el doctor José María Sillero no pudo evitar la emoción del momento. “Desde la atalaya de los 84 años, mi egolatría es nula, pero mi agradecimiento por tal honor se desborda”, valoró el homenajeado.
Además, Sillero se mostró “encantado” de estar rodeado de amigos que le demostraron su cariño.
“Estoy encantado de estar entre tanta gente valiosa y amigos de verdad que me están demostrando que me quieren”, afirmó.
El presidente del Colegio de Médicos de Jaén, Emilio García de la Torre, destacó la repercusión de la labor profesional del doctor José María Sillero y valoró que el homenaje a su persona alcanza a todos los profesionales de la Medicina. “El doctor José María Sillero ha supuesto un antes y un después en la Medicina. Su figura es equiparable a la del recordado Bernabé Soriano, que fue el primer presidente del Colegio de Médicos de Jaén y que tanto hizo por los jienenses”, dijo Emilio García de la Torre. Y es que el Colegio de Médicos de Jaén ha sido una de las instituciones que ha impulsado y apoyado el homenaje desde el primer momento.
Por su parte, el alcalde, José Enrique Fernández de Moya, aseguró que la ciudad “tenía una deuda” con el doctor Sillero y a sus 84 años de edad y ante su delicado estado de salud, merecía un homenaje como el de ayer. “Es un homenaje al doctor, pero no al médico, sino a su persona, por su extraordinaria condición como ser humano, que como médico internista ha salvado muchas vidas y siempre ha estado al lado del otro”, dijo el alcalde.
Un 1 de febrero de hace más de medio siglo llegó el doctor Sillero a la capital y desde entonces ha estado vinculado y unido a esta ciudad por motivos laborales y familiares. Se ha sentido jienense siempre y ha demostrado querer a esta ciudad, a la que ha defendido siempre. Ayer fue recompensada su labor como un jienense más.
No llegué a Jaén llorando....
Hay un dicho popular que dice que a Jaén se entra llorando y cuando uno se tiene que marchar también llora. Como jienense de adopción, José María Sillero versionó ayer el dicho popular confirmando que llegó a Jaén con “la ilusión de ejercer la labor médica” y que “nunca” llorará al salir de la ciudad porque piensa morir en esta tierra.
A sus 84 años ha disfrutado de un homenaje con el que se ha reconocido su faceta profesional, pero también personal, por ser un hombre bueno, sencillo, humilde y rico en sentimientos que ayer no escondió, al emocionarse ante el respaldo social que ha tenido la iniciativa municipal de dedicarle la plaza de La Libertad. Desde 1967 vive en la plaza y desde ayer se asoma y aprecia el entorno con otra perspectiva, la del reconocimiento de todos los jienenses, que lo tendrán siempre en el recuerdo.
Su modestia le hizo valorar que los méritos que le han llevado a ser homenajeado también los acumulan otros jienenses en superior grado, y que desde la atalaya de los 84 años, su egolatría es nula, pero su agradecimiento por el honor que le brindaron ayer “se desborda”.
Articulista de este periódico, José María Sillero deja huella intelectual siempre que firma. Enhorabuena.
