Empate insaboro en Liberec de un Sevilla agarrotado. De inicio, Emery retomó el sistema al que siempre defendió a capa y espada. Es decir, nada similar a lo expuesto en Valladolid el domingo. Con Varas, Coke, Cristóforo, Rabello, Reyes, Perotti y Gameiro como las varientes respecto al último once liguero. Los goleadores de Pucela, Moreno y Bacca, esperaron su momento desde el banquillo.
Con ganas de solventar el duelo europeo por la vía rápida, así arrancó el Sevilla. Una buena internada por la izquierda apunto estuvo de terminar enganchándola Gameiro en el área pequeña. El balón era sevillista. Del rival, el Slovan Liberec, sin atisbos de aparación sobre el césped.
El paso de los minutos enfriaba al Sevilla como la animación de una grada semivacía. Y en esas que los locales aprovecharon su primera llegada a la meta de Varas en el 19 para poner el primero en el luminoso. Las marcas de Cala y Fernando Navarro sobre Rabusic se desaplicaron y el punta batió de fuerte disparo cruzado al meta sevillista. No lo merecían, pero...
Dominio y más dominio de posesión. Superior en todo al Slovan, pero las ocasiones no eran tan claras como para merecer algo más que la derrota que cosechaba hasta ese momento. Las internadas de Perotti, Reyes y Rabello no eran nada productivas, aún menos con los de Liberec encerrados y con el autobús colocado en su área.
La tuvo Gameiro en el 33. Un error defensivo en la marca al francés apunto estuvo de aprovecharla para poner el empate, pero el meta checo estuvo rápido de reflejos. Pero sólo un minuto después fue el Slovan el que pudo poner el segundo. Un trallazo de Rybalka desde 30 metros no fue golazo porque Javi Varas lo impidió con un paradón.
La confianza sevillista se agotaba con el paso de los minutos y el atasco en la medular era patente. Emery, obligado a dar salida a los jugadores en forma para romper el partido de una vez por todas.
Aún así, de nuevo rozó el empate en un centro de Perotti al que Reyes, libre de marca, no remachó a las mallas del rival de manera casi incomprensible. Lo mejor, Perotti, que ganó enteros en el último tercio del primer tiempo. Así se marchó el equipo a vestuarios, con la sensación de ser infinitamente mejores pero sin plasmarlo de la manera más útil, con ocasiones. Los checos fueron letales.
Los mismos y lo mismo en la reanudación. El cuero era para los nervionenses pero las llegadas de gol eran inoperantes.
Y en estas que en el 54 Pareja volvió a armarla en la zaga. El argentino, nada fino durante todo el encuentro, regaló un baló peligrosísimo al borde del área, aunque por suerte el lanzamiento de Rabusic se fue por encima del larguero. Pudo llegar el segundo del Slovan Liberec.
La entrada al terreno de juego de Vitolo y Bacca dio aire fresco a los de Emery, que se armaron de energía para volcarse de lleno ante la meta de Kovar. Pero antes, otra de Pareja, que dejó en las botas de Krybalka la sentencia. Varas salvó al Sevilla. Y hasta el 68 hubo que esperar para que los de Nervión merodearan el área rival.
Y en el 78, el antes y después del duelo. Bacca, que se plantaba sólo ante el portero, fue derribado por el meta y el colegiado inglés no dudó en expulsarlo justamente. El Slovan se quedaba con diez con quince minutos por delante. Ahí comenzó el arreón definitivo de los de Emery. Primero en el 80 para Gameiro, con el meta batido la lanzó fuera tras un rechace a un saque de falta. Y luego, Vitolo en el 88 que no perdonó. Precisamente, a pase del delantero francés entre línea, el canario le ganó la espalda a la defensa, se escoró y, sin ángulo, la metió en las redes checas. El empate hizo justicia a lo visto y, aún sin convencer, el Sevilla se hace líder sólido del grupo.
Emery: "Somos líderes, el punto es bueno"
El vasco aparecía por sala de prensa más resultadista que nunca. “Queríamos ganar, pero el punto es bueno porque seguimos líderes. Seguimos dando pasos adelante”. Todo ello tras el infumable partido.
