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Málaga

Un total de 440 alumnos con ceguera y discapacidad visual inicia el curso escolar en Málaga

El 99% lo hace en centros educativos ordinarios, lo que impulsa la inclusión entre el resto de estudiantes

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Un total de 440 alumnos con ceguera o discapacidad visual grave de Málaga afronta en estos días la vuelta a la actividad escolar y académica como el resto de compañeros y con el apoyo de la ONCE. El 99 por ciento de los estudiantes lo hará escolarizado en centros de enseñanza ordinarios, es decir, siguiendo el principio de la inclusión educativa. En Andalucía son 1.690 los estudiantes que se incorporan a las aulas de los más de 7.600 que lo hacen en toda España.

   La inclusión de los niños con discapacidad visual en un ámbito educativo normalizado responde a la tendencia generalizada presente en la legislación vigente de crear un único sistema donde se integren todos, prevaleciendo siempre el derecho de cualquier alumno a recibir una atención educativa equitativa y de calidad, y respetando las necesidades específicas de cada uno de ellos, según han informado desde la ONCE a través de un comunicado.

   Para ello, los profesionales que componen los equipos específicos de atención educativa a personas con discapacidad visual de la ONCE trabajan intensamente para planificar el conjunto de intervenciones que van a llevar a cabo durante todo el curso escolar con el fin de facilitar a estos alumnos, sus profesores, centros y familias los recursos y la intervención que necesitan para su aprendizaje. Este trabajo se desarrolla en consonancia con las administraciones públicas responsables de Educación.

INCORPORACIÓN AL MERCADO LABORAL

   Un total de 7.609 alumnos con discapacidad visual grave recibirán esta atención educativa en el nuevo curso, de los cuales 7.531 están escolarizados en educación integrada en centros ordinarios --99 por ciento-- y 78 --uno por ciento-- en el centro escolar de la Organización, que da cobertura a todo el territorio del Estado.

   De entre todos estos alumnos, 822 --el 10,8 por ciento-- se preparan en la Universidad para obtener los conocimientos y aptitudes que les cualifiquen para su posterior incorporación al mercado laboral.

    En Málaga se escolarizan 440 alumnos; 77 de Educación Infantil; 103 de Primaria; 66 de la ESO; 18 de Bachillerato; 16 de FP; 5 de Programa de Cualificación Profesional IniciaL (PCPI); 104 de Educación Básica Obligatoria para niños con discapacidades síquicas que no  pueden integrarse en Educación Primaria (EBO); uno de Programas de transición a la vida adulta y laboral (PTVAL) y 35 universitarios. El resto corresponden a educación para adultos, idiomas y acceso a la Universidad para mayores de 25 años.

   Para cada nuevo curso, los servicios de producción bibliográfica de la ONCE "trabajan intensamente, para que, en la vuelta al cole, los niños y jóvenes ciegos puedan llevar en sus mochilas, desde el primer día de clase, y con la misma ilusión que sus compañeros, los mismos libros, pero transcritos al sistema braille", han precisado las fuentes citadas.

   Muchos de ellos, cuentan con adaptaciones tecnológicas e informáticas facilitadas por la ONCE para seguir el curso: ordenadores que hablan; anotadores y calculadoras parlantes; impresoras en braille; lectores de pantalla, etcétera.

ATENCIÓN INDIVIDUAL

   Los equipos específicos de atención educativa al alumnado con discapacidad visual se encuentran repartidos por los diferentes centros que la ONCE tiene por todo el Estado, de forma que se garantice la cobertura de los estudiantes en todas las etapas educativas y en todos los puntos geográficos. A su vez, estos Equipos dependen estructuralmente de alguno de los cinco Centros de Recursos Educativos de la Organización, ubicados en Alicante, Barcelona, Madrid, Pontevedra y Sevilla.

   Para cada alumno con discapacidad visual se elabora un plan individualizado de atención, según sus necesidades, y se le asigna un maestro itinerante encargado, entre otras funciones, de asesorar al centro y al profesorado de aula, asesorar y orientar a las familias y realizar un trabajo directo con el alumno.

  Dicho trabajo directo abarca todos aquellos aspectos que puedan favorecer y potenciar la plena inclusión educativa de la persona: estimulación visual; autonomía personal, orientación y movilidad; enseñanza de un sistema de lectoescritura --braille o tinta--; aprendizaje del uso de la tiflotecnología (tecnología adaptada); orientación académica y profesional; ocio y tiempo libre; currículo escolar; adaptación de recursos educativos; tecnologías de la información y la comunicación, etc.

   La atención va dirigida a todas las etapas educativas, desde la atención temprana y educación infantil, a las enseñanzas obligatorias --Primaria y Secundaria--, enseñanzas postobligatorias y estudios universitarios, educación de personas adultas y atención a alumnos escolarizados en centros de educación especial.

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