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Jerez

Un informe de Ajemsa duda de la recuperación de la Laguna de Torrox

Cree que se volverán a acumular sedimentos si no se actúa aguas arriba y emplaza a hacerlo a los futuros desarrollos urbanísticos

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Un informe elaborado por Aguas de Jerez S.A. (Ajemsa) y cuyas conclusiones han sido divulgadas por los hermanos Agustín y José Luis García Lázaro en su blog entornoajerez.com cuestiona que las actuaciones pendientes de desarrollo en la Laguna de Torrox vayan a solventar el problema de acumulación de sedimentos denunciado por los vecinos de la zona.

El documento advierte de que la cuenca del arroyo de Morales presenta un problema de aterramiento en su parte más baja, que ha dejado a la Laguna de Torrox sin capacidad de almacenamiento. Para corregir esta situación, se hace necesario la actuación de la Agencia Andaluza del Agua y la Delegación de Urbanismo, de manera que los sectores urbanizables que se van a disponer en los márgenes del citado arroyo “compensen este problema con la ejecución de un proyecto que evite la deposición de estos sedimentos en la laguna, de manera que queden capturados con anterioridad y se puedan limpiar con facilidad de manera periódica”.

En base a este informe, los hermanos García Lázaro no vislumbran una solución “a corto o medio plazo” para la Laguna de Torrox, sobre todo si se tiene en cuenta que en la actual coyuntura es difícil pensar en un pronto desarrollo urbanístico de esa zona.


Los sedimentos, además, vienen arrastrados por la corriente del propio arroyo en los años lluviosos. El informe de Ajemsa recuerda además que esas inundaciones periódicas “son necesarias” para el correcto funcionamiento de la laguna y su desagüe y para evitar su completo aterramiento.

El problema es que buena parte de los terrenos que debían acoger esas avenidas de agua han sido convertidos en las últimas décadas en escombreras y vertederos. Además, se han llevado a cabo grandes movimientos de tierra y numerosos rellenos sobre los que ahora se asientan bodegas, polígonos industriales y complejos comerciales, alterándose de modo considerable el paisaje y la topografía y perdiéndose una gran superficie para la laminación de las crecidas.

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