Casi 400 personas de ambos sexos juraron o renovaron el juramento a la bandera en el acto que tuvo lugar este sábado en la plaza del Rey de San Fernando, engalanado para la ocasión y haciendo gala de recortes en época de crisis, ya que la tribuna instalada al efecto se utilizará también en la Solemnidad del Corpus de este domingo.
Presidida por el Almirante de la Flota, Santiago Bolívar, quien pasó revista a la Fuerza y el alcalde de San Fernando, José Loaiza -primero en renovar el juramento a la bandera- la secuencia de actos comenzó con el izado de la bandera de España en una esquina de la plaza.
La enseña nacional fue previamente portada por seis representantes de la sociedad isleña. El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Isla deLeón, Antonio Romero; presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, José Manuel Rivera; el coronel médico y académico de la de San Romualdo, Juan García Cubillana; la propietaria del Bar La Gallega, Elvira Loureiro; Mari Luz del Río, campeona de España de esquí adaptado y Alfonso Berraquero, escultor.
A partir de ahí dio comienzo la jura de bandera propiamente dicha, instalándose dos enseñas a ambos lados de la tribuna para que fueran pasando quienes previamente formalizaron su solicitud en la página web del Ayuntamiento.
Porteriormente tuvo lugar el acto de homenaje a los Caídos ante el mástil con la bandera nacional y el pebetero encendido, depositándose una corona de laural por parte del Almirante de la Flota y el alcalde San Fernando. La pieza La muerte no es el final y el toque de oración rematado por una descarga de fusilería llenaron la plaza del Rey de la mayor solemnidad, que se alcanza precisamente en este acto repetido en cada jura de bandera y ceremonia militar.
El Himno de la Armada puso el broche de oro al acto de jura sonando en toda la plaza a una sola voz.
Hubo discursos de las autoridades. Del alcalde de San Fernando, José Loaiza, para recordar lo que une a La Isla y a la Marina, el pasado, el presente y el futuro simbolizado en el acto que tenía lugar cuando San Fernando conmemora el bicentenario de la concesión del título de Ciudad.
Por parte del Almirante de la Flota, Santiago Bolívar, recordando lo que une a todos los españoles, la misma bandera, “la lengua que hablamos”, la tierra que pisan y el cielo azul de cada día.
El Alflot pidió a los congregados, a todos en general pero especialmente a los jurandos, que se sientan orgullosos de esa bandera que han jurado defender o renovado el juramento que ya hicieron en su día, que ambos casos se daban en una mañana esplendorosa en los últimos días de la primavera isleña.
Era la hora de finalizar la ceremonia obviamente con el desfile de la Fuerzas. Dos compañías de Infantería de Marina y una de Marinería, Compañía de Honores y la Banda de Música del Tercio Sur.
La Fuerza realizó el desfile calle Real abajo hasta perderse hacia sus cuarteles, mientras las autoridades departían los últimos instantes y las cientos de personas que se congregaron en la plaza del Rey comenzaba a vivir el resto de la jornada del sábado.
Ha sido la segunda jura civil que tiene lugar en la plaza del Rey en los último años, toda vez que el Ejército de Tierra ya celebró otra en 2010 con motivo del 300 aniversario de la creación del Regimiento de Artillería. Han pasado algo más de dos años, ya que fue en el mes de abril coincidiendo con los actos del Bicentenario de las Cortes de la Real Isla de León.
Arriado de bandera
Pero la jura de bandera civil no ha sido el único acto con motivo del Día de las Fuerzas Armadas. Antes bien, San Fernando ha sido el eje principal de la conmemoración en la provincia de Cádiz y en Andalucía con un rosario de actividades que comenzaron hace una semana. Este viernes tuvo lugar en el Tercio de Armada otro de los actos solemnes con el arriado de bandera, formado en el patio de armas un batallón de Infantería de Marina y una compañía de época.
Parte de la ceremonia se hace con la única luz de dos focos alumbrando el mástil donde ondea la bandera y se apaga completamente cuando dos piezas de artillería realizan una salva de honores. Las voces de los efectivos cantando la Oración de la Noche, de Josep Sancho Marraco, llena todo el patio de armas en penumbra mientras que las siluetas de los soldados dibujan lo que luego vuelve a convertirse en luz para acompañar la enseña plegada.