Los 120 empleados del empresario agrícola que ha abandonado sus 34 hectáreas de cultivo y adeuda entre cuatro y doce meses de nóminas a sus trabajadores tienen previsto concentrarse este martes ante la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para denunciar su situación de "desamparo" y llamar la atención sobre "la responsabilidad que tienen las administraciones".
Así lo ha trasladado el SAT en un comunicado en el que puntualiza que en esta acción participará el secretario general del SAT, Diego Cañamero, quien acompañará a los trabajadores que ya han mantenido algunos contactos con el administrador concursal que lleva la liquidación de la explotación agraria.
Según la versión del sindicato, se ha propuesto la amortización de las deudas salariales desde febrero de este año, fecha en que la empresa Mayvaz S.L. se hizo cargo de los invernaderos que antes pertenecían al empresario Simón Sabio, pero descontando unos anticipos pagados a los trabajadores. Estos pagos se harían con el dinero obtenido por la venta del género que aún está en la mata, pese a que no se financiaría su mantenimiento hasta la obtención del producto.
"Con la cosecha que hay actualmente, y sin perspectivas de poder seguir con la campaña, se liquidaría la deuda de esos meses hasta donde llegue el dinero, a lo cual se oponen los trabajadores ya que ellos calculan que con eso no hay suficiente dinero", apuntan en su blog los miembros del SAT, quienes critican además que los empleados indocumentados "no entrarían en esos pagos ni se les puede contratar".
La deuda total que el SAT va a reclamar a la anterior empresa corresponde al periodo que va desde mayo de 2012 hasta mayo de 2013. Así, la empresa Mayvaz S.L., representada por el yerno del anterior propietario --apostillan-- "dice sentirse estafada también, y que todo ha sido una operación planificada desde tiempo atrás".
El agricultor, que abandonó sus cultivos de tomate y pimiento en El Ejido, La Mojonera y Níjar, envió un SMS a algunos de sus trabajadores y al encargado de la finca en el que manifestaba que "abandonaba las tierras porque no podía hacer frente a los gastos y que tanto él como su mujer se marchaban del país", una situación que se produce pese que había anunciado previamente que trataría de corregir la situación.