No es casualidad que el técnico vasco Unai Emery y Monchi viajaran el domingo a la capital onubense para presenciar en vivo el Recreativo-Barça B. Probablemente, algún que otro jugador de la masía interese a los nervionenses, su calidad les atesora, pero en el fondo de toda esta cuestión radica el objetivo común de ambas partes, el regreso de Luis Alberto a la entidad sevillista.
El joven futbolista de San José del Valle regresó el fin de semana a su querida Andalucía, después de que se brindase algunos días de descanso en la efervescencia de una Sevilla irradiada por la Semana Santa. Luis Alberto es un apasionado de esta ciudad y de sus costumbres. Un cofrade imbuido por las bullas delante de los pasos procesionales y feliz cuando regresa a su tierra.
Envuelto por la pasión de las cofradías, el gaditano auguraba un pronto regreso para volver a lucir la casaca del Sevilla. Así, en su entorno más cercano no escondía su deseo de volver a la capital andaluza. Concretamente, cruzaba el puente de Triana observando el monumental paso de misterio de San Gonzalo.
Era tajante a la hora de comentar su situación actual, tanto profesional como personal. Lógicamente, en el aspecto deportivo el canterano está desarrollando un papel principal en el plantel de Eusebio Sacristán, sumando en 29 jornadas 11 goles y 4 asistencias, sólo superado en valor e importancia dentro del filial blaugrana por Deulofeu. Pero en un joven capacitado y con una relevante educación no todo en la vida lo conforma el dinero, ni el éxito. Por eso, cuando habla de su apartado personal no esconde su inconformismo con la vida desarrollada en Barcelona. Atisba que es concluir los entrenamientos en Can Barça y regresar velozmente a su domicilio para desconectar, aunque sus hobbies en la capital catalana son más bien escasos. Allí no es feliz y es por ello, que más que por lo deportivo, el mediapunta sueña con su vuelta.
Por su parte, Emery ha reconocido en más de una ocasión que le gustaría contar con él para la próxima temporada, incluso habrían hablado vía telefónica en más de una ocasión para transmitirle esta posibilidad, a la cual el futbolista habría respondido favorablemente. Eso sí, no olvida los 80 minutos que sólo le ofreció Míchel en toda una temporada, por ello quiere asegurarse su participación como jugador importante de la primera plantilla, hecho que visto lo visto no sería un problema para nadie.
La cuestión es la económica, puesto que si el Barça finalmente optara por quedárselo serían 4 los millones a ingresar en la arcas, una cifra para nada despreciable en la necesidad que padece el club de Nervión. Aún así, la entidad prefiere recuperar a su perla para que triunfe aquí.