La Plataforma por el uso compartido del Hospital San Carlos pretende conseguir tres imposibles. El primero es reunir en la calle a unas 25.000 personas para pedir el uso conjunto “porque si a la manifestación convocada para el día 7 de marzo vamos 200 personas, el hospital se cierra a final de año”.
El segundo es que los partidos políticos -en esa quimera está también el alcalde de San Fernando, José Loaiza- dejen sus pelear partidistas y hagan un frente común contra sus superiores de Sevilla y Madrid. Y el tercero, que el Ministerio de Defensa no cierre el centro hospitalario, lo que evitaría el traslado en el mejor de los casos del personal a otras dependencias, al menos el militar, mientras que el personal civil se vería las caras con un ERE extintivo.
Sobre el primero, la única vez que se consiguió esa cantidad de personas fue en 2004 cuando pretendían cerrar la Bazán, aunque para ello llegaron personas de Cádiz y Puerto Real. Sobre el segundo, ya está quedando claro que están hablando de unión y tirándose los trastos a la vez.
Y sobre el tercero, ya se sabe cuál es la política de Defensa. Cierra Zaragoza y San Fernando, en este caso un hospital con 400 trabajadores que cuesta 25 millones de euros anuales mantenerlo y que en 2012 atendió a 2,5 pacientes diarios. Y que ya no entra dentro de los planes de la defensa nacional, en tanto desde la Junta de Andalucía se anuncia que no subirán ni un solo euros a los 11millones propuestos.