El Plan de Inserción Laboral de Arcos (PILA) ha iniciado esta semana una nueva actuación, en este caso para dar respuesta a una vieja demanda de los vecinos de la barriada Pueblos Blancos, donde la principal calle de acceso (Soleá) estaba no sólo impracticable para la circulación de vehículos y peatones, sino que incluso revestía un claro peligro para la integridad de las personas.
A diferencia de otras obras del PILA, esta intervención se lleva a cabo por parte de la empresa constructora local Manzanobras, a la que se ha adjudicado la obra por valor de 40.000 euros. La empresa pone a disposición de la ejecución en torno a diez operarios incluyendo a los maquinistas, aunque el volumen de empleo dependerá de las propias necesidades de la obra.
Si bien el plazo de ejecución es de dos meses, el Ayuntamiento ha pedido a la empresa que, en la medida de lo posible, agilice los trabajos con el ánimo de que puedan estar listos antes de Semana Santa.
Además, cabe la posibilidad de ampliar unos metros más la obra, de manera que pueda terminar en el entronque de la calle Soleá con otros viales de la barriada. Ello supondría un ligero aumento del presupuesto, aunque el Ayuntamiento no escatimaría en este sentido por la importancia de la actuación y su significado para la calidad de vida de la barriada.
Dado que la calle presentaba un claro levantamiento del asfalto y hundimiento por otras zonas, la solución técnica final ha sido dejarla en un solo sentido de circulación e incorporarle unos metros más de jardín con su correspondiente sistema de contención, aunque el reto se centra en comprobar cuánto durará después de que el mal de fondo sea, una vez más, los corrimientos o deslizamientos del terreno.
En su visita, tanto el alcalde de Arcos, José Luis Núñez, como el delegado municipal de Urbanismo, Manuel Erdozain, dejaron constancia del compromiso municipal con los vecinos de Pueblos Blancos, además de considerar estas obras como “una buena noticia para empezar el año”.
Ambos lamentaron que el anterior gobierno socialista no llevara a cabo este arreglo a pesar de haber contando con recursos, según explicaron. El primer aludió a “la buena gestión del dinero de los vecinos de Arcos”, aportando nuevos servicios e infraestructuras en mejor estado.
Sobre la firma que ejecuta los trabajos, Erdozain se congratuló de que sea una empresa local porque “tenemos muy claro que el dinero de las obras tiene que ir a empresas de Arcos porque son peonadas que se generan”. Erdozain espera que esta actuación suponga “un antes y un después para los vecinos”, que en algunos casos ya estaban desesperados por la situación de claro peligro a la que estaban abocados.
Recientemente, y gracias al convenio entre el Ayuntamiento y la empresa Dolmen Consulting, el primero ha construido un pequeño campo de fútbol en esta barriada de carácter particular, dotando así a los niños y jóvenes de un equipamiento importante para su ocio y tiempo libre. Para el alcalde, esta obra en la calle Soleá supone “un compromiso cumplido”, como ya ocurriera, según Núñez, con el teatro Olivares Veas, la plaza de España, la reforma de Paseo o el nuevo acceso a El Santiscal, entre otras obras ejecutadas.
