El jefe de la unidad de Asuntos Internos de la Policía declarará el martes en la Audiencia de Sevilla para explicar la investigación sobre el robo de 154 kilos de cocaína y heroína en una Comisaría y la imputación a un agente antidroga.
La Sección Séptima de la Audiencia sevillana reanudará el martes el juicio contra los cuatro acusados, entre ellos el agente Lars S.M., su esposa María Teresa M.S. y sus dos presuntos socios, la pareja formada por Manuel A.N. y Violeta S.G., para quienes la Fiscalía pide condenas de hasta 18 años y medio de cárcel.
En la sesión del martes comparecerá como testigo el jefe policial Carlos G., que también investigó el soplo policial a la red de extorsión de ETA con base en el Bar Faisán de Irún.
El abogado de Lars, Benito Saldaña, ha denunciado en declaraciones a la prensa que "no existe absolutamente ninguna prueba" contra su cliente, que fue detenido porque "había presiones políticas para que se solucionara" el robo de la droga, "tenían que buscar un culpable" y lo encontraron "en la parte más débil".
El letrado argumenta que no hay ninguna huella de su cliente en los paquetes de yeso y cacao que se cambiaron por los verdaderos alijos y que una de las partidas sustraídas, de 5,2 kilos de cocaína, se robó cuando Lars ya no pertenecía a la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) y por tanto no tenía acceso al calabozo de la Jefatura Superior de Sevilla donde se almacenaba la droga.
Además, una testigo protegida dijo el pasado día 23 al tribunal que todas sus acusaciones contra la pareja imputada son mentira y las hizo porque los investigadores policiales la amenazaron con meterla en la cárcel.
La testigo, una vecina de Manuel y Violeta, se retractó de todas sus declaraciones sobre el alto nivel de vida de la pareja y sobre la supuesta confesión de Violeta de que su marido había "robado lo de Sevilla, que su compinche era un policía que entonces estaba en excedencia" y que desde que se había descubierto el robo de droga no salía de su urbanización e incluso recogía las colillas de sus cigarrillos "para que no le cogieran el ADN".
En su declaración ante el tribunal, Lars S.M. negó ser el autor del robo y aseguró que el entonces jefe provincial de la Udyco, Francisco Tarifa, le encargó los paquetes falsos de droga pues los necesitaba para una operación organizada desde Madrid.
Lars reconoció haber encargado los paquetes al segundo procesado, Manuel A.N., quien por su parte explicó que los hizo en la cocina de su casa de Lora del Río (Sevilla) con cacao y yeso pero sin conocer su verdadera finalidad.
