Dos bajas tiene Ramón Blanco para afrontar el envite del Cádiz en Lucena. Por un lado, Edison Torres, que no es uno de los fijos en el equipo titular, pero sí una importante alternativa a la hora de apuntalar el centro del campo amarillo. Y por otro Tomás, que se ha hecho con un sitio en el lateral izquierdo, permitiendo además que Bermúdez se consolide como central.
Ninguno de los dos ha podido superar a tiempo sus molestias físicas y no estarán disponibles para esta jornada en tierras cordobesas. El canterano sufre un golpe en el pie que no le permite estar al cien por cien, justo lo que ahora mismo necesita un equipo hundido en la tabla y sin margen de error. Por su parte, los dolores de espalda del paraguayo también han dejado ko al futbolista, que ha probado siendo infiltrado, pero al final se quedará en casa.
De esta forma, Aitor Núñez y Domingo completan una lista formada por los porteros Bernabé y Aulestia; los defensas Albentosa, Bermúdez, Garrido y Moke; los centrocampistas Indiano, Fall, Villar, Niko Varela y Dieguito; y los delanteros, Pablo Sánchez, Belencoso y Adri Gallardo.
“A Lucena vamos a la guerra porque si queremos jugar al toquecito nos van a comer”, así de claro lo tiene Ramón Blanco, que conoce al dedillo el juego de los cordobeses, que utilizan “un sistema de juego muy definido y no van a cambiar, presionan mucho y juegan en espacios muy reducidos, pero nosotros también sabemos lo que hay que hacer”.
Advierte el gallego que sus jugadores “tienen que salir tranquilos y eso es lo que vamos a intentar porque si salen nerviosos todo les saldrá peor”. “Lucena es un campo complicado, esperemos que llueva para que esté un poco más rápido porque si no será muy lento y, además, ellos tienen cogidas las medidas al terreno de juego, aunque tenemos al equipo mentalizado”, explica Ramón Blanco antes de asegurar que “sabemos que vamos a sufrir, igual que ellos, para conseguir un resultado positivo en este partido”.